L D (EFE) El ministro del Interior, Angel Ácebes, ha explicado que los dos detenidos el domingo en Francia servían de enlace con otros subgrupos a los que suministraban distinto material que a su vez entregaban a comandos etarras para la fabricación de artefactos explosivos.
El ministro ofreció estos detalles en una conferencia de prensa tras firmar un acuerdo de readmisión con la vicepresidenta de Suiza y ministra del Interior en ese país, Ruth Metzler-Arnold, y en la que confirmó la identidad de los dos detenidos, Igor Letona y Mikel Uzkudun.
Armas de imitación compradas en el mercado negro
En la operación del domingo la Policía francesa de la DNAT (Dirección Nacional Antiterrorista) se incautó de mucha documentación escrita y en soportes informáticos. En cuanto a las armas halladas, se trata de cinco pistolas automáticas del calibre 9 milímetros parabellum –el más habitual entre los usados por la banda– y otras del calibre 7,65. Poseían también un subfusil imitación del conocido modelo israelí UCI. En todos los casos, las armas proceden del mercado negro. Además, los agentes encontraron instrumentos para la fabricación de explosivos y una troqueladora que se utiliza para fabricar placas de matrícula falsas. Asimismo, la Policía se incautó de un coche robado, un Renault "Scenic".
El ministro ofreció estos detalles en una conferencia de prensa tras firmar un acuerdo de readmisión con la vicepresidenta de Suiza y ministra del Interior en ese país, Ruth Metzler-Arnold, y en la que confirmó la identidad de los dos detenidos, Igor Letona y Mikel Uzkudun.
Armas de imitación compradas en el mercado negro
En la operación del domingo la Policía francesa de la DNAT (Dirección Nacional Antiterrorista) se incautó de mucha documentación escrita y en soportes informáticos. En cuanto a las armas halladas, se trata de cinco pistolas automáticas del calibre 9 milímetros parabellum –el más habitual entre los usados por la banda– y otras del calibre 7,65. Poseían también un subfusil imitación del conocido modelo israelí UCI. En todos los casos, las armas proceden del mercado negro. Además, los agentes encontraron instrumentos para la fabricación de explosivos y una troqueladora que se utiliza para fabricar placas de matrícula falsas. Asimismo, la Policía se incautó de un coche robado, un Renault "Scenic".
Para el ministro, lo "más relevante" de la actividad de los etarras es que servían de enlace con otros subgrupos de ETA para suministrar distinto material a los comandos operativos y además se dedicaban a confeccionar los componentes electrónicos para la fabricación de artefactos explosivos. La Policía cree que los arrestados se encargaban asimismo del traslado de material a otros elementos de la estructura de ETA o a los propios grupos operativos. Según Acebes "sin los elementos de logística -continúo el ministro- se dificulta la posibilidad de que realicen atentados; si no pueden suministrar armas y si cortamos la capacidad de enlaces entre la organización terrorista estamos avanzando en la buena dirección y dificultando la comisión de atentados".
Igor Letona, nacido en 1971, fue condenado en 1990 a cinco años de cárcel por pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos por la Audiencia Nacional española, que le aplicó el atenuante de ser menor de edad y arrepentimiento, mientras que Mikel Uzkudun, de 23 años, tiene antecedentes de terrorismo callejero.
Letona y Uzkudun permanecen bajo custodia en la comisaría de Toulouse (suroeste), a la espera de su traslado a París para comparecer ante un juez antiterrorista con vistas a su procesamiento por asociación de malhechores con fines terroristas y otros cargos. En casos de terrorismo, los sospechosos pueden estar en manos de la policía durante 96 horas antes de pasar a disposición judicial.
Mientras, la Policía francesa sigue buscando al ciudadano francés que alquiló la vivienda de Espiens, un molino convertido en albergue rural, donde Letona y Uzkudun fueron arrestados en torno a las 6:00 del domingo. En la vivienda, los agentes hallaron seis pistolas automáticas, dos fusiles de asalto, dos granadas, y piezas de detonadores.
El registro se prolongó durante casi toda la jornada del domingo, ya que los expertos buscaban huellas digitales y genéticas de personas que hayan vivido o pasado recientemente por la vivienda. Los investigadores sospechan que la casa servía de base logística para el equipamiento y adiestramiento de comandos. La operación llevada a cabo por la Dirección Nacional Antiterrorista (DNAT) y la policía judicial de Toulouse, en base a una comisión rogatoria de un juez antiterrorista, surgió de investigaciones abiertas tras las detenciones de presuntos etarras en enero y julio pasado en Estialec y Cahors (suroeste), respectivamente. También fue posible por la alerta dada por vecinos del albergue, intrigados por movimientos sospechosos en torno a la vivienda.