L D (EFE) Al término de la reunión que los Quince celebraron con su homólogo israelí, centrada en el diálogo político bilateral, Shalom subrayó que el atentado del pasado sábado en Estambul no fue un incidente aislado, sino que "constituye un eslabón más en la cadena de terrorismo internacional".
Acciones como ésta, añadió, "son síntomas de un antisemitismo y una hostilidad a los judíos y a sus derechos humanos". El ministro israelí también recordó que "Europa tiene una obligación histórica y moral" para hacer que se detenga el antisemitismo.
Según Shalom, "estamos todos en peligro" y, en consecuencia, "hay que redoblar esfuerzos" contra esta lacra y "tenemos que estar juntos en la lucha contra el terrorismo, el racismo y el antisemitismo". Por ello, "he pedido esta noche la creación de un Consejo ministerial conjunto UE-Israel para abordar esta problemática", anunció el funcionario israelí. El responsable de la presidencia italiana de turno y titular de Exteriores de Italia, Franco Frattini, aseguró que "no debe quedar ninguna duda" en torno a la "absoluta condena" de Europa, no sólo del terrorismo, sino también de cualquier forma de antisemitismo y racismo.
Tanto el dirigente israelí como sus interlocutores europeos expresaron su deseo de profundizar e ir más allá en el diálogo político bilateral, aunque las partes constataron que todavía siguen existiendo puntos de desacuerdo y de preocupación. Uno de los desacuerdos que quedó totalmente de manifiesto fue el relativo al boicot impuesto por las autoridades israelíes al enviado especial de la UE para Oriente Medio, Marc Otte, por haberse entrevistado con el presidente palestino, Yaser Arafat. Shalom aseguró que el gobierno israelí reanudará los contactos con él aunque, al mismo tiempo, subrayó que "no podemos aceptar que vengan a Jerusalén a reunirse con nosotros y, basándose en el principio de reciprocidad, se reúnan con Arafat".