(Libertad Digital) Un euro fuerte puede afectar a la economía española de muy diferentes formas. Por un lado, abaratará las importaciones, sobre todo las de materias primas imprescindibles para el desarrollo del resto de la economía, como el petróleo, del que España carece. Sin embargo, también encarecerá nuestras exportaciones, lo que reducirá su competitividad en el mercado exterior.
Además, la apreciación podría frenar, en principio, la llegada de turistas procedentes de fuera de la zona euro y, por tanto, perjudicar a los turoperadores y las aerolíneas. Recientemente, Iberia anunció una reducción de sus beneficios de un 36 por ciento en los primeros nueve meses y adujo como motivo más importante la depreciación del dólar frente al euro, dado que el 18 por ciento de sus ingresos por pasaje son en dólares. Por el contrario, esta apreciación beneficiará a los españoles que salgan fuera de la zona euro, ya que todo lo que adquieran les saldrá más barato.
En lo que respecta a la competencia interior, un abaratamiento de los productos importados podría provocar una caída en los precios de los productos españoles como consecuencia de la competencia. De ser cierta esta hipótesis, esta situación podría ayudar incluso a bajar el IPC.
Para conocer más detalles sobre la importancia del sector exterior en la economía española, pinche aquí y lea el comentario de Alberto Recarte.