L D (EFE) Las oficinas de Sharon y Abu Alá preparan desde hace varias semanas la primera entrevista entre ambos para tratar de impulsar el proceso de paz en Oriente Medio, aunque no se vislumbran demasiadas perspectivas de éxito.
Fuentes próximas a Abu Alá citadas por el diario israelí Haaretz afirman que el dirigente palestino no se entrevistará con Sharon "para la foto", sino cuando considere que en el encuentro puede hacer avanzar los intereses palestinos. Y es que Abu Alá teme que le suceda lo mismo que a su predecesor, Abu Mazen, cuando este pasado verano, tras asumir el cargo, corrió demasiado rápido a Sharon y al final las concesiones de Israel no fructificaron.
Por ello, Abu Alá también ha aceptado la recomendación del grupo pacifista palestino que está detrás de esta iniciativa, encabezado por Yaser Abed Rabo, para que aplace su encuentro con Sharon hasta después de la firma simbólica del "Acuerdo de Ginebra". De esta forma, esperan que la aprobación de la iniciativa, a principios de diciembre, sirva de plataforma para arrinconar a Sharon y exigirle mayores concesiones. El "Acuerdo de Ginebra" es un documento no oficial que se asemeja a un acuerdo de paz y que sus patrocinadores esperan que sirva de modelo para unas futuras negociaciones, con el fin de adelantar la solución al conflicto. El documento no tiene ninguna vigencia jurídica, pero ha despertado un gran interés a nivel internacional como ejemplo de lo que podría llegar a ser un acuerdo final de paz entre israelíes y palestinos.
Por su parte, Sharon ha dicho ante un grupo de disputados de su partido, el Likud, que "no habrá concesiones" a los palestinos hasta después de la entrevista. Pese a todo no descarta "pasos unilaterales" para aliviar las condiciones de vida en Cisjordania y Gaza, siempre y cuando "sirvan a los intereses de Israel". En declaraciones a la cadena Al Yazira, Abu Alá ha dicho que Ariel Sharon encontrará en los palestinos a un socio serio para la paz siempre y cuando cumpla las demandas de la ANP de reiniciar un proceso diplomático. Entre ellas, exige la liberación de prisioneros y el cese de la construcción del muro de separación con los asentamientos judíos.
Fuentes próximas a Abu Alá citadas por el diario israelí Haaretz afirman que el dirigente palestino no se entrevistará con Sharon "para la foto", sino cuando considere que en el encuentro puede hacer avanzar los intereses palestinos. Y es que Abu Alá teme que le suceda lo mismo que a su predecesor, Abu Mazen, cuando este pasado verano, tras asumir el cargo, corrió demasiado rápido a Sharon y al final las concesiones de Israel no fructificaron.
Por ello, Abu Alá también ha aceptado la recomendación del grupo pacifista palestino que está detrás de esta iniciativa, encabezado por Yaser Abed Rabo, para que aplace su encuentro con Sharon hasta después de la firma simbólica del "Acuerdo de Ginebra". De esta forma, esperan que la aprobación de la iniciativa, a principios de diciembre, sirva de plataforma para arrinconar a Sharon y exigirle mayores concesiones. El "Acuerdo de Ginebra" es un documento no oficial que se asemeja a un acuerdo de paz y que sus patrocinadores esperan que sirva de modelo para unas futuras negociaciones, con el fin de adelantar la solución al conflicto. El documento no tiene ninguna vigencia jurídica, pero ha despertado un gran interés a nivel internacional como ejemplo de lo que podría llegar a ser un acuerdo final de paz entre israelíes y palestinos.
Por su parte, Sharon ha dicho ante un grupo de disputados de su partido, el Likud, que "no habrá concesiones" a los palestinos hasta después de la entrevista. Pese a todo no descarta "pasos unilaterales" para aliviar las condiciones de vida en Cisjordania y Gaza, siempre y cuando "sirvan a los intereses de Israel". En declaraciones a la cadena Al Yazira, Abu Alá ha dicho que Ariel Sharon encontrará en los palestinos a un socio serio para la paz siempre y cuando cumpla las demandas de la ANP de reiniciar un proceso diplomático. Entre ellas, exige la liberación de prisioneros y el cese de la construcción del muro de separación con los asentamientos judíos.