L D (EFE) El presidente del Gobierno salió este martes al paso de posibles dudas sobre la interpretación que el Gobierno da a la posguerra en Irak, sobre todo tras las declaraciones de Ana Palacio, que luego matizó la ministra de Exteriores.
Según Aznar, la vida de los iraquíes es "sin duda mejor" ahora que antes de la intervención aliada y subrayó que son "restos del antiguo régimen" de Sadam Husein y "terroristas" llegados a este país los que impiden un Irak "libre, democrático y en convivencia".
Aznar, que compareció en una conferencia de prensa junto al primer ministro de Polonia, Leszek Miller, al término de la cumbre hispano-polaca celebrada en Madrid, recalcó que en Irak existe "un problema muy claro de seguridad", pero, con independencia de ello, la situación general del país "va mejorando" tanto en el abastecimiento de la población como en su vida cotidiana. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, afirmó este pasado lunes en declaraciones a TVE que "la vida cotidiana", sobre todo en Bagdad, "está en unas condiciones peores de lo que estaba con Sadam Husein". Poco después, en declaraciones a la cadena COPE, precisó que lo decía "en el sentido de la luz, el teléfono, que no funcionan" y recalcó que el balance de la intervención en Irak es "positivo", con una especial importancia de la recuperación de las libertades.
En su comparecencia junto a Miller, Aznar señaló que los Gobiernos de España y Polonia comparten la misma visión de que la vida en Irak es "sin duda mejor de lo que era antes" de la intervención, porque "ya no hay un tirano" en el país, ni "campos de exterminio", ni persecuciones políticas, y también porque, "desde el punto de vista del abastecimiento y el funcionamiento" de los servicios públicos, las cosas "empiezan a mejorar". Los que no quieren un país "estable y democrático" y "los que ejercen el terror para evitarlo" son "residuos del antiguo régimen y terroristas llegados a Irak", advirtió a continuación el jefe del Ejecutivo, antes de añadir: "ese es un problema que estoy convencido de que se resolverá junto al proceso de cambio político puesto en marcha".
Terrorismo contra un país que se recupera
Aznar, que compareció en una conferencia de prensa junto al primer ministro de Polonia, Leszek Miller, al término de la cumbre hispano-polaca celebrada en Madrid, recalcó que en Irak existe "un problema muy claro de seguridad", pero, con independencia de ello, la situación general del país "va mejorando" tanto en el abastecimiento de la población como en su vida cotidiana. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, afirmó este pasado lunes en declaraciones a TVE que "la vida cotidiana", sobre todo en Bagdad, "está en unas condiciones peores de lo que estaba con Sadam Husein". Poco después, en declaraciones a la cadena COPE, precisó que lo decía "en el sentido de la luz, el teléfono, que no funcionan" y recalcó que el balance de la intervención en Irak es "positivo", con una especial importancia de la recuperación de las libertades.
En su comparecencia junto a Miller, Aznar señaló que los Gobiernos de España y Polonia comparten la misma visión de que la vida en Irak es "sin duda mejor de lo que era antes" de la intervención, porque "ya no hay un tirano" en el país, ni "campos de exterminio", ni persecuciones políticas, y también porque, "desde el punto de vista del abastecimiento y el funcionamiento" de los servicios públicos, las cosas "empiezan a mejorar". Los que no quieren un país "estable y democrático" y "los que ejercen el terror para evitarlo" son "residuos del antiguo régimen y terroristas llegados a Irak", advirtió a continuación el jefe del Ejecutivo, antes de añadir: "ese es un problema que estoy convencido de que se resolverá junto al proceso de cambio político puesto en marcha".
Terrorismo contra un país que se recupera
Tras asegurar que "se están equivocando" quienes no entienden que el terrorismo es "una amenaza global" y piensan que se puede afrontar "parcelando territorios" o "no asumiendo responsabilidades", Aznar reiteró que, como consecuencia de la actuación de terroristas y elementos del antiguo régimen iraquí, hay un problema claro de seguridad "que tiene una expresión específica" en Bagdad. Animó por tanto a distinguir este problema de la situación general de un país "que va mejorando", desde el suministro de petróleo al funcionamiento de las escuelas, hospitales y fábricas, el abastecimiento de alimentos y "la vida cotidiana de la gente", que es lo que el terrorismo "trata de impedir".
Se refirió asimismo a los "brutales atentados" de Estambul y llamó la atención sobre el hecho de que "no es casualidad que quieran desestabilizar Turquía", un país con mayoría musulmana aliado de la OTAN y aspirante a entrar en la UE, como tampoco lo es que "se quiera impedir la estabilidad de Irak por parte de los terroristas". En una clara referencia al terrorismo que sufre España, Aznar concluyó lamentando que "después habrá quien piense que el terrorismo no es un problema para él, para ellos; pues nosotros pensamos que se equivocan. Cada uno asume sus responsabilidades de la manera que cree más oportuna, pero nosotros la tenemos bien acreditada".