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Kennedy planeaba reunirse en secreto con Fidel Castro cuando fue asesinado

Poco antes de su asesinato hace ahora 40 años, John F. Kennedy, entonces presidente de Estados Unidos, permitió que su gobierno intentara abrir una vía de diálogo con Fidel Castro en La Habana. Así se refleja en varios documentos divulgados este martes por el Archivo de Seguridad Nacional, un grupo de estudios independiente con sede en la Universidad George Washington.

L D (EFE) La grabación de una conversación entre Kennedy y su consejero de Seguridad Nacional, McGeorge Bundy, el 5 de noviembre de 1963 en el Despacho Oval, forma parte de un conjunto de documentos obtenidos, analizados y divulgados por ese grupo y que también han sido difundidos en un documental del canal televisivo Discovery Channel.

En la conversación se discutió la invitación que habían recibido el diplomático William Attwood, adjunto al embajador ante Naciones Unidas, Adlai Stevenson, para que viajaran a La Habana a entrevistarse con Castro. Kennedy aprobó la visita de Attwood a La Habana, pero apostó por suspender su sueldo con el fin de que la Casa Blanca pudiera negar toda responsabilidad si el encuentro salía a la luz pública. La visita de Attwood no llegó a producirse, pues 17 días después de esa conversación con Bundy, el presidente Kennedy murió asesinado en Dallas.

El conjunto de documentos confirma que la visita de Attwood a Castro, que no llegó a producirse, formó parte de una serie de gestiones secretas entre Washington y La Habana como muestra del interés de Kennedy por responder a los gestos conciliadores del dictador cubano pocos meses después de la "crisis de los misiles". Por ejemplo, un memorando de la Casa Blanca, fechado el 4 de marzo de 1963, expresa el interés del entonces presidente de EEUU por negociar con Castro. Otro memorando del 11 de abril incluye las opciones preparadas por Gordon Chase, especialista del Consejo de Seguridad Nacional para temas de Latinoamérica, que recomendaba "la consideración seria de la otra cara de la moneda" y "cortejar en silencio a Castro para traerle a nuestro lado".
 
En algunas de estas conversaciones jugó un papel de intermediaria la periodista Lisa Howard, de la cadena de televisión ABC. El 1 de mayo de 1963, Howard habló con el entonces subdirector de la Agencia Central de Inteligencia, Richard Helms, acerca de sus entrevistas con Castro y su opinión de que el dictador cubano "está dispuesto a considerar un acercamiento". Posteriormente, el 23 de septiembre, la periodista ofreció una fiesta en su apartamento de Manhattan a la que asistió el embajador cubano ante la ONU, Carlos Lechuga, y en la que se discutió la posibilidad de que Washington y La Habana pudieran mantener conversaciones formales.

El 13 de noviembre de 1963, nueve días antes de la muerte de Kennedy, el consejero de Seguridad Nacional informó a Attwood de que el presidente aprobaba una reunión secreta con los cubanos, aunque prefería que el encuentro tuviera lugar en la sede de la ONU, pues así habría menos posibilidades de llamar la atención de la prensa. Seis días después, Chase envió a Bundy un memorando en el que le ponía al tanto de los arreglos para la reunión secreta. Tres días después del asesinato de Kennedy, Chase volvió a escribir un memorando a Bundy evaluando los problemas y las posibilidades de la continuación de los contactos secretos con Castro.
 
El 12 de febrero de 1964, Lisa Howard comunicó a la Casa Blanca un mensaje de Castro al gobierno de Lyndon B. Johnson en el cual expresaba su "seria esperanza de que Cuba y EEUU puedan, eventualmente, dialogar en una atmósfera de buena voluntad y respeto mutuo para negociar nuestras diferencias".

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