L D (EFE) El conjunto de Raynald Denoueix dominó sin excesivos apuros el encuentro en su primera mitad, ante un Olympiacos decepcionante al que sólo le valía la victoria, pero que no tuvo otros recursos que algunas acciones a balón parado y disparos lejanos que no llegaron a inquietar al portero Sander Westerveld. La Real reservó su mejor cara, aquella que no exhibe en la Liga, para una competición en la que ha demostrado la enorme distancia que existe entre el fútbol griego y el español, y si bien no disfrutó de claras ocasiones de gol el apasionado público local, comprobó enseguida que iba a ser muy complicado cumplir la consigna "ganar o ganar" que Oleg Protasov había dado a sus jugadores.
Nihat pudo adelantar a la Real en el minuto 18, cuando exhibió su punta de velocidad y se adelantó a Antzas en un despeje en el área pequeña para rematar con dureza, aunque el meta Katergiannakis evitó el gol al interponer su pierna junto al poste y despejar a saque de esquina. El juego y las ganas de vencer del conjunto vasco tuvieron su recompensa en el minuto 31, tras hacerse Xabi Alonso con un balón en el centro del campo para asistir en largo a Gabilondo, que aprovechó la desesperada salida de Kategiannakis para batirle con cierto suspense porque dio la impresión de que el esférico se marchaba fuera. El conjunto heleno estaba contra las cuerdas, con un resultado que impedía su pase a octavos y hacía peligrar incluso la posibilidad de una repesca en la Copa de la UEFA. Pero a partir de ese momento Olympiacos hizo su mejor fútbol e incluso tuvo su oportunidad para empatar en un remate de Georgiadis que increíblemente no llegó a gol por la espectacular palomita de Westerveld.
Nihat pudo adelantar a la Real en el minuto 18, cuando exhibió su punta de velocidad y se adelantó a Antzas en un despeje en el área pequeña para rematar con dureza, aunque el meta Katergiannakis evitó el gol al interponer su pierna junto al poste y despejar a saque de esquina. El juego y las ganas de vencer del conjunto vasco tuvieron su recompensa en el minuto 31, tras hacerse Xabi Alonso con un balón en el centro del campo para asistir en largo a Gabilondo, que aprovechó la desesperada salida de Kategiannakis para batirle con cierto suspense porque dio la impresión de que el esférico se marchaba fuera. El conjunto heleno estaba contra las cuerdas, con un resultado que impedía su pase a octavos y hacía peligrar incluso la posibilidad de una repesca en la Copa de la UEFA. Pero a partir de ese momento Olympiacos hizo su mejor fútbol e incluso tuvo su oportunidad para empatar en un remate de Georgiadis que increíblemente no llegó a gol por la espectacular palomita de Westerveld.
La Real se complicó la vida en una segunda mitad que empezó mal para sus intereses, cuando el local Stoltidis empató el encuentro en un lanzamiento de falta ante el que el guardameta holandés careció de respuesta. Todavía se torcieron más las cosas para el equipo guipuzcoano porque en el minuto 68 una infantil acción de Kovacevic, al tocar un balón con la mano cuando estaba ya amonestado, dejó a la Real con diez jugadores de campo y, casi sin solución de continuidad, Nery Castillo culminó un contraataque y evitó por velocidad la tardía salida de Westerveld. Se cernían negros nubarrones sobre los de Denoueix, que quedaron unos minutos desconcertado tras el tanto del prometedor delantero uruguayo, pero Schürrer, en el minuto 73, de un espléndido zurdazo batió a Katergiannakis y sacó un importante fruto del primer gol que marca desde que viste la camiseta blanquiazul.
Ficha técnica del partido
Real Sociedad, 2: Westerveld; López Rekarte, Schürrer, Jauregi, Aranzábal; Xabi Alonso (Boris, min.88), Alkiza, Karpin (Aranburu, min.81), Gabilondo; Nihat (Lee, min.73) y Kovacevic
Goles: 0-1, min.31: Gabilondo. 1-1, min.58: Stoltidis. 2-1, min.70: Castillo. 2-2, min.73: Schürrer
Árbitro: Alain Hamer (Luxemburgo). Expulsó a Kovacevic por doble amarilla en el minuto 68. Amonestó a Anatolakis, Venetidis, Nanidis, Panto, Schürrer y López Rekarte
Incidencias: Quinta jornada en el grupo de D de la Liga de Campeones, disputada en el estadio Georgios Kamaras ante 14.000 aficionados, 500 de ellos realistas, que llenaron el recinto