L D (EFE) Según el director General del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, los datos empresariales de 2003, los mejores desde 1998, confirman que la economía española ha iniciado su recuperación económica, acompañada por un fuerte crecimiento del empleo, lo que confirman su posición ventajosa ante el mejor clima internacional "que parece ir afianzándose".
No obstante, para dar continuidad al "marco positivo", Malo de Molina aludió a la necesidad de que las empresas españolas mantengan la moderación salarial, eviten un mayor nivel de endeudamiento ante una posible subida de los tipos de interés, e impulsen la inversión en bienes de equipo con el fin de aumentar la productividad y competitividad . Así, incidió en la importancia de que la inercia salarial, consecuencia de las cláusulas de revisión, "no interrumpa la moderación salarial" de los últimos años, que ha beneficiado a la creación de empleo, la renta disponible de las familias y la solidez del crecimiento económico.
No obstante, para dar continuidad al "marco positivo", Malo de Molina aludió a la necesidad de que las empresas españolas mantengan la moderación salarial, eviten un mayor nivel de endeudamiento ante una posible subida de los tipos de interés, e impulsen la inversión en bienes de equipo con el fin de aumentar la productividad y competitividad . Así, incidió en la importancia de que la inercia salarial, consecuencia de las cláusulas de revisión, "no interrumpa la moderación salarial" de los últimos años, que ha beneficiado a la creación de empleo, la renta disponible de las familias y la solidez del crecimiento económico.
E Banco de España alerta de que el bajo nivel histórico de los tipos de interés "no contribuirá permanentemente" a los resultados positivos de las empresas y que la previsible tendencia del aumento del endeudamiento dominará sobre el efecto de los tipos y restará rentabilidad a las empresas. Malo de Molina aclaró que el actual endeudamiento "no reporta riesgos para la estabilidad de las empresas", aunque precisó que, si sigue aumentando, podría limitar su capacidad para adquirir activos y acometer proyectos de inversión.
Notable resistencia ante las crisis latinoamericanas
No obstante, el responsable del BE aseguró que la economía española ha demostrado una notable resistencia ante el escenario de riesgo consecuencia de las crisis de algunas economías latinoamericanas. Malo de Molina dijo que el crecimiento experimentado hasta septiembre por los resultados brutos de explotación (7,3 por ciento) y la rentabilidad (7,7 por ciento) "reflejan el buen momento empresarial".
También recordó que mientras que los beneficios empresariales de 2002 cayeron un 90,1 por ciento a consecuencia de las altas provisiones que las empresas españolas tuvieron que hacer para afrontar las crisis latinoamericanas y las fallidas inversiones en telecomunicaciones, en el 2003 "se han recuperado con vigor y están en niveles que pueden superar a los de los años precedentes".
El panorama, precisó, es favorable para que la reactivación económica y el dinamismo empresarial continúe ganando fuerza a medida que se consolide la recuperación internacional. Así, hasta septiembre, la actividad empresarial creció el 6,3 por ciento, frente al 2,9 por ciento de un año antes, basado principalmente en la evolución del consumo y la construcción.
El parte negativa está en el sector industrial y los elevados gastos de personal
No obstante, la mayor exposición del sector industrial al comercio exterior hizo que su crecimiento fuera más moderado (1,6 por ciento), mientras que el energético creció el 9,7 por ciento, el de comercio y reparación, el 10,2 por ciento, y el de transportes y comunicaciones, el 4,9 por ciento.
No obstante, la mayor exposición del sector industrial al comercio exterior hizo que su crecimiento fuera más moderado (1,6 por ciento), mientras que el energético creció el 9,7 por ciento, el de comercio y reparación, el 10,2 por ciento, y el de transportes y comunicaciones, el 4,9 por ciento.
El empleo creció el 0,8 por ciento en los nueve primeros meses frente al 0,1 por ciento del mismo periodo del 2002, y los gastos de personal por trabajador el 4,3 por ciento (3,6 por ciento un año antes). En este sentido, el Banco de España recuerda que la inflexión a la baja demostrada por la inflación "no se ha reflejado en una moderación de los gastos de personal".