L D (EFE) El secretario de Autonomías y Libertades Públicas del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, ha reprochado al PP que utilice la Constitución como un "catecismo" y la idea de "España como arma arrojadiza con la que la que golpear a los adversarios de la derecha".
A la idea de España de su partido, que da título a un documento suscrito por la unanimidad de todos los órganos federales del PSOE, López Aguilar contrapuso la de "esta derecha arrogante y autoritaria que ahora gobierna, que ha conducido a una situación de tensión interterritorial, de deterioro social y de crecimiento de las desigualdades como no habíamos conocido en estos 25 años". Según López Aguilar, el PSOE "está en la mejor disposición de liderar" una nueva etapa "capaz de integrar la pluralidad y asegurar igualdad de derechos y libertades entre los españoles".
"Ya va siendo hora de que esa derecha sea puesta en su sitio y se le diga que España es de todos", y que "su retórica ha hecho daño a la cohesión y calidad de nuestra convivencia como no habíamos visto antes y se están planteando callejones" que requieren otro gobierno, añadió en su discurso el diputado socialista.
Exactamente en la misma línea, el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, dijo que la derecha "ha despilfarrado" el valor del consenso, acumulado durante la transición, a lo largo de los siete años que lleva gobernando y que, ahora, es necesario recuperar ese espíritu para el futuro democrático. "La derecha española vuelve a la militarización de la política, a la persecución de los adversarios políticos, a acusar de antipatriotas a todos los que no se someten a sus dictados. Todo vale para aplastar al disidente, sea éste un partido de la oposición, o un sindicato que ejerce el derecho a la huelga", añadió.
Guerra también acusa a la derecha de haber cedido "a las insaciables pretensiones de control de las conciencias en la educación" por parte de la Iglesia y de haber despertado la tensión entre el estado nacional y las identidades propias de algunas regiones que se creyeron "zanjadas por el Título VIII".