L D (EFE) "Estoy convencido de que (los terroristas) no conseguirán sus objetivos, pues los ciudadanos de Rusia no lo permitirán", dijo el número uno del Kremlin en una reunión con los responsables de seguridad del país.
El Presidente ruso recalcó que "el terrorismo internacional, que ha desafiado a mucho países, sigue siendo una amenaza" para Rusia. El terrorismo internacional "es un enemigo cruel, artero y peligroso", enfatizó Putin, quien prometió que el Gobierno y las autoridades regionales harán todo por ayudar a las víctimas" del atentado de este viernes. "Los servicios secretos deben empeñar todos sus esfuerzos en esclarecer este crimen", añadió.
Según el ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia, 31 personas murieron en el acto, y otras cinco en los hospitales, cuando los médicos intentaban salvarles la vida. Un total de 127 personas tuvieron que ser hospitalizadas y 16 de ellas se encuentran en estado grave. Nikolái Pátrushev, director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), informó a Putin de que en el ataque con explosivos contra el tren de cercanías "participaron tres mujeres y un hombre, cuyas identidades no han sido establecidas".