(Libertad Digital) El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, decía el 11 de diciembre de 2000 que el Pacto Antiterrorista suscrito por el PP y el PSOE ha servido para que "se generen más polémicas, más confrontación e incluso se vuelva a las dinámicas frentistas". Sus ausencias en las condenas a ETA en su propia ciudad son también significativas. La última, el sábado 19 de octubre, cuando cien mil personas protestaban por la dictadura del nacionalismo.
Sus ataques al Pacto Antiterrorista tuvieron un buen ejemplo en unas declaraciones a la emisora ComRadio en el año 2000. Odón Elorza defendía que "si el diálogo se constriñe al PSOE y al PP, el objetivo no está alcanzado", sino que provoca más controversia, "y nada peor para Euskadi que intentar dividir las fuerzas políticas de nuevo en dos sectores, los nacionalistas vascos y los constitucionalistas".
Y, en línea con lo defendido por los nacionalistas, aseguraba que "lo bonito sería que se llegara a un acuerdo entre partidos políticos tan diferentes como el PP y el PNV, que es lo que la gente está pidiendo, que las dos fuerzas políticas más responsables, la una responsable del Gobierno de España y la otra de Euskadi, busquen soluciones, y eso no lo están haciendo”.
En su opinión, el documento debería haberse extendido “a más fuerzas, si no puede que el pacto sea interesante para el resto de España, pero que en Euskadi se quede muy cojo". "Lo fácil -agregó- es llegar a acuerdos entre el Partido Popular y el Partido Socialista, lo difícil es hacerlo en esta materia tan delicada con otras fuerzas políticas, pero para eso hay que ver y comprender que la otra parte también cuenta".
Elorza recalcaba entonces que "más allá de los errores que el PNV ha cometido últimamente, se ha de contar con ellos", pues de lo contrario "veo más crispación y más confrontación". De esta forma, se unía a las voces del PNV que aseguran que a quien más beneficia el pacto es a ETA, y ha dicho que "en la medida en que se genera más confrontación entre fuerzas políticas democráticas, eso ya sabemos a quien beneficia, ya sabemos quién saca beneficio a río revuelto".
Ausencias significativas
El 11 de marzo de 2001, los socialistas vascos organizaron un acto en el Palacio Kursaal de San Sebastián. Se trataba de recordar a las víctimas del terrorismo. Aún faltaban dos meses para que se celebraran las elecciones autonómicas en el País Vasco. En el acto, el PSE marcó las diferencias con el PP con vistas a la campaña electoral. Pero quedaba claro que las distancias con el PNV eran “abismales” y que el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo se defendería a capa y espada.
Estaban todos menos Odón Elorza, alcalde de la ciudad donde se celebraba el acto. Le pidieron que fuera él quien abriera la jornada pero se negó. Según su versión ya tenía cerrado un compromiso en Sevilla (no aclaró de qué se trataba). Elorza dejaba ver, una vez más, su alejamiento de las líneas oficiales de su partido plantándoles en su propia ciudad.
El sábado 23 de septiembre de 2000, San Sebastián protagonizó una de las mayores manifestaciones contra el terrorismo etarra. Tampoco allí estaba Odón Elorza. Otro viaje inexplicado le impedía sujetar una pancarta que decía: “Por la vida y la libertad, defendamos lo que nos une: Estatuto y Constitución”. En la víspera, la noche del viernes, su secretaria avisó a la concejala del PP María San Gil de que debía asumir la Alcaldía en funciones en la citada pancarta. No había más explicación.
Días antes, el alcalde donostiarra se negaba a que se guardara un minuto de silencio en el Festival de Cine de San Sebastián, argumentando que podría haber personas que no estuvieran de acuerdo con esa muestra de respeto a la última víctima mortal de los terroristas. Las actitudes del alcalde son una bofetada a la estrategia de la dirección del PSOE. Rodríguez Zapatero debería hacer algo.
El sábado 19 de octubre de 2002, la ciudad que él dirige se levantó, a propuesta de Basta Ya, “contra el nacionalismo obligatorio”. Las calles de San Sebastián se llenaron de gente. El alcalde sólo hizo acto de presencia en la lectura del comunicado. Era su ciudad y el protocolo le obligaba. Pero no hubo palabras de aliento o agradecimiento.
Sus ataques al Pacto Antiterrorista tuvieron un buen ejemplo en unas declaraciones a la emisora ComRadio en el año 2000. Odón Elorza defendía que "si el diálogo se constriñe al PSOE y al PP, el objetivo no está alcanzado", sino que provoca más controversia, "y nada peor para Euskadi que intentar dividir las fuerzas políticas de nuevo en dos sectores, los nacionalistas vascos y los constitucionalistas".
Y, en línea con lo defendido por los nacionalistas, aseguraba que "lo bonito sería que se llegara a un acuerdo entre partidos políticos tan diferentes como el PP y el PNV, que es lo que la gente está pidiendo, que las dos fuerzas políticas más responsables, la una responsable del Gobierno de España y la otra de Euskadi, busquen soluciones, y eso no lo están haciendo”.
En su opinión, el documento debería haberse extendido “a más fuerzas, si no puede que el pacto sea interesante para el resto de España, pero que en Euskadi se quede muy cojo". "Lo fácil -agregó- es llegar a acuerdos entre el Partido Popular y el Partido Socialista, lo difícil es hacerlo en esta materia tan delicada con otras fuerzas políticas, pero para eso hay que ver y comprender que la otra parte también cuenta".
Elorza recalcaba entonces que "más allá de los errores que el PNV ha cometido últimamente, se ha de contar con ellos", pues de lo contrario "veo más crispación y más confrontación". De esta forma, se unía a las voces del PNV que aseguran que a quien más beneficia el pacto es a ETA, y ha dicho que "en la medida en que se genera más confrontación entre fuerzas políticas democráticas, eso ya sabemos a quien beneficia, ya sabemos quién saca beneficio a río revuelto".
Ausencias significativas
El 11 de marzo de 2001, los socialistas vascos organizaron un acto en el Palacio Kursaal de San Sebastián. Se trataba de recordar a las víctimas del terrorismo. Aún faltaban dos meses para que se celebraran las elecciones autonómicas en el País Vasco. En el acto, el PSE marcó las diferencias con el PP con vistas a la campaña electoral. Pero quedaba claro que las distancias con el PNV eran “abismales” y que el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo se defendería a capa y espada.
Estaban todos menos Odón Elorza, alcalde de la ciudad donde se celebraba el acto. Le pidieron que fuera él quien abriera la jornada pero se negó. Según su versión ya tenía cerrado un compromiso en Sevilla (no aclaró de qué se trataba). Elorza dejaba ver, una vez más, su alejamiento de las líneas oficiales de su partido plantándoles en su propia ciudad.
El sábado 23 de septiembre de 2000, San Sebastián protagonizó una de las mayores manifestaciones contra el terrorismo etarra. Tampoco allí estaba Odón Elorza. Otro viaje inexplicado le impedía sujetar una pancarta que decía: “Por la vida y la libertad, defendamos lo que nos une: Estatuto y Constitución”. En la víspera, la noche del viernes, su secretaria avisó a la concejala del PP María San Gil de que debía asumir la Alcaldía en funciones en la citada pancarta. No había más explicación.
Días antes, el alcalde donostiarra se negaba a que se guardara un minuto de silencio en el Festival de Cine de San Sebastián, argumentando que podría haber personas que no estuvieran de acuerdo con esa muestra de respeto a la última víctima mortal de los terroristas. Las actitudes del alcalde son una bofetada a la estrategia de la dirección del PSOE. Rodríguez Zapatero debería hacer algo.
El sábado 19 de octubre de 2002, la ciudad que él dirige se levantó, a propuesta de Basta Ya, “contra el nacionalismo obligatorio”. Las calles de San Sebastián se llenaron de gente. El alcalde sólo hizo acto de presencia en la lectura del comunicado. Era su ciudad y el protocolo le obligaba. Pero no hubo palabras de aliento o agradecimiento.