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Berlusconi suspende el pleno y cierra la cumbre ante la falta de acuerdo sobre la Constitución

Durante toda la mañana del sábado, y pese a las múltiples reuniones bilaterales, planeaba el fracaso de la cumbre. Finalmente la presidencia italiana lo ha asumido y ha decidido dar por finalizado el encuentro sin llegar a acuerdo alguno y sin que se celebre siquiera la reunión plenaria. Sólo se rubricará un texto de compromiso para seguir negociando, durante la presidencia irlandesa del próximo semestre, los detalles de la Constitución europea, sobre todo lo referente al nuevo reparto de poder en la UE.

L D (EFE) La posición mayoritaria a última hora de la mañana de este sábado, y tras numerosas reuniones bilaterales, era favorable a prolongar durante un tiempo lo firmado en Niza en 2000, un pequeño triunfo de España y Polonia. Sin embargo, Francia se ha negado y ha forzado que se cierre la CIG sin acuerdo alguno. Sólo se ha adquirido el compromiso de los líderes europeos de seguir negociando los detalles de la Constitución europea.
 
Pese a las negociaciones que se prolongaron durante toda la madrugada del sábado los avances no han sido suficientes. "No se dan las condiciones para alcanzar un acuerdo", ha sido el sentir mayoritario de una cumbre fracasada. Poco antes, Berlusconi decía que no se podía responsabilizar únicamente a España y Polonia de "un eventual fracaso"  y mantenía la presión en forma de rumores surgidos desde la presidencia de turno de la UE.
 
Presión a base de rumores
 
Los últimos tuvieron que ser desmentidos por la delegación española, que negó haber recibido propuesta alguna de la presidencia italiana que aumentara los porcentajes mínimos para aprobar una decisión comunitaria en el seno del Consejo de la Unión. Para entonces ya había trascendido que la presidencia italiana de la UE había retrasado hasta la tarde de este sábado la reunión plenaria que estaba prevista para las once de la mañana y en la que se debían cerrar los últimos escollos de la Constitución europea.
 
Los rumores apuntaban a que esa iniciativa pasaría por elevar del 50 al 55 por ciento los países requeridos para aprobar una decisión comunitaria y del 60 al 65 por ciento el porcentaje de población europea que representaría. La propuesta de la Convención, a la que se opone España y Polonia y que beneficia a Francia y Alemania, establece que cualquier decisión en el Consejo de la Unión Europea se adopte cuando cuente con el apoyo de, al menos, el 50 por ciento de los países que, a su vez, representen al 60 por ciento de la población comunitaria. Elevar esos porcentajes supondría aumentar la capacidad de los Estados de conseguir minorías de bloqueo.
 
Fracaso de las reuniones bilaterales
 
A primera hora de la mañana, el presidente Aznar, dentro de la ronda de contactos, se reunía con Chirac durante media hora. Poco después lo hacía con Tony Blair y con el jefe del Gobierno danés, Anders Fogh Rasmussen. Tras estos encuentros se producía el almuerzo, primer acto en el que coincidían todos los líderes de la UE. En ese marco es donde Berlusconi daba por concluída la cumbre y reconocía el fracaso. La Constitución europea, y sobre el nuevo reparto de poder en la UE, deberá seguir negociándose durante la presidencia irlandesa que comienza el próximo uno de enero.
 
Berlusconi ya había admitido que la cumbre podía fracasar. "Hay otros países que están metidos en medio, no creo que se pueda en absoluto hacer recaer la responsabilidad de un eventual fracaso sobre España y Polonia", dijo. "Si no se encontrase un acuerdo sobre el sistema de voto, el que quedaría en vigor sería el de Niza, en cualquier caso válido hasta 2009, pero sobre todo no tendremos un nuevo tratado constitucional", dijo. "Por lo tanto, Europa se encontraría que tiene 25 estados miembros, y 28 en 2007, con el viejo tratado y con las viejas reglas, absolutamente inadecuadas", se lamentó el presidente italiano.

  
 
 

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