L D (EFE) El ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que la decisión de Washington "crea graves consecuencias políticas negativas y pone en entredicho el deseo de EEUU de trabajar con toda la comunidad mundial en interés de un arreglo justo y duradero en Irak". "En el plano político, es otra señal que confirma que EEUU aún aguarda intenciones de resolver todas las cuestiones relativas a Irak de forma unilateral, en secreto, sin tener en cuenta la opinión de la comunidad mundial", señaló el viceministro de Exteriores ruso, Yuri Fedótov.
Esta postura de Washington "no ha conducido a nada bueno -pues en Irak se mantiene la inestabilidad-, ni conducirá en adelante", subrayó. "Hemos presentado una nota en Washington en la que expresamos nuestra actitud hacia su decisión, y seguiremos explicando nuestra postura, en particular durante los debates sobre Irak que tendrán lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU el 16 de diciembre", añadió.
Según Fedótov, "el problema no está en si esta decisión de EEUU es o no jurídicamente competente, sino en que de esta forma Washington da una señal en el sentido de que prescindirá de los demás (países) y lo hará todo por su cuenta". "Pero ya vemos cómo lo están haciendo por su cuenta", manifestó en declaraciones a la agencia Interfax, en alusión a las crecientes dificultades y resistencia armada con que chocan en Irak las fuerzas de la coalición liderada por EEUU.
Al mismo tiempo, agregó que también habría que estudiar "en qué medida la decisión de Washington se corresponde con las normas de la Organización Mundial del Comercio y a las reglas de la competencia leal". Este nuevo conflicto en torno a Irak surgió hace días después de que la Casa Blanca anunciara que vetará a los países opuestos a la guerra a la hora de conceder los contratos para la reconstrucción iraquí, valorados en 18.600 millones de dólares.
La decisión, llamada a premiar a los países que han participado o participan en la coalición en Irak apunta ante todo contra Alemania, Francia y Rusia, las naciones que más se opusieron a la invasión de Irak y que figuran entre los mayores acreedores de ese país árabe. EEUU ha pedido a los países acreedores que condonen parte de la deuda iraquí, calculada en unos 120.000 millones de dólares, pero Moscú, en una primera reacción airada, ya respondió que exigirá el pago completo de los 8.000 millones de dólares que le debe Bagdad.