L D (EFE) El portero Roberto Abbondanzieri detuvo los remates de Pirlo y Costacurta en la tanda decisiva y frustró el sueño del Milan de superar al Real Madrid, equipo con el que comparte la consecución de 15 títulos internacionales de campeón. El Boca alcanzó por tercera vez en su historia el trofeo Intercontinental y su entrenador, Carlos Bianchi, el noveno título con este equipo y el décimo quinto de su carrera en una década. Bianchi también es el único entrenador que ganó tres veces la Intercontinental, que obtuvo en 1994 con el Vélez Sarsfield ante el Milan y en 2000 con Boca Juniors frente al Real Madrid.
Tomasson y Donnet marcaron los tantos en la primera parte del encuentro y en la tanda de penaltis Schiavi, Donnet y Cascini acertaron y dieron la victoria al conjunto argentino, campeón de la Copa Libertadores y de la reciente Liga de la Primera División de su país. Boca, con su habitual presión en la mitad del campo, detuvo la iniciativa del Milan en los primeros 20 minutos de juego, hasta que un balón perdido por el brasileño Iarley y capitalizado por Pirlo con un pase profundo para Tomasson provocó la apertura del marcador para el conjunto de Carlo Ancelotti a los 23. El Milan parecía dominar el encuentro por la imprecisión de los argentinos y el resultado que le daba al equipo italiano el notable despliegue de Gattuso y la movilidad y claridad de Pirlo.
No obstante, el conjunto italiano también cometió un error defensivo a los 26 minutos al descuidar a Barros Schelotto, que lanzó el balón al centro del área, donde un toque de Iarley despistó a Dida y dejó solo a Donnet, que logró la igualada con un zurdazo. Al instante Kaká lanzó un remate al poste argentino, en momentos en que el equipo de Carlos Bianchi no tuvo otra alternativa que aguantar una momentánea arrancada milanista. En la segunda parte Pirlo se adueñó del centro del campo, aunque al Milán le costó encontrar espacios para habilitar a Shevchenko, absorbido por los marcajes, y sus mejores situaciones de ataque las protagonizaron Maldini y Kaká, el primero con un remate que tapó el portero argentino y el segundo con un tiro desviado. Tevez salió al campo en el minuto 73 por Barros Schelotto y contagió al resto del equipo con su movilidad. En la prórroga, el Boca Juniors tomó decididamente la iniciativa frente a un rival que prefirió retrasarse y jugar el balón hacia los laterales, sofocado por la presión del Boca , el bajón de Pirlo y la intrascendencia de Seedorf y Rui Costa.
Tomasson y Donnet marcaron los tantos en la primera parte del encuentro y en la tanda de penaltis Schiavi, Donnet y Cascini acertaron y dieron la victoria al conjunto argentino, campeón de la Copa Libertadores y de la reciente Liga de la Primera División de su país. Boca, con su habitual presión en la mitad del campo, detuvo la iniciativa del Milan en los primeros 20 minutos de juego, hasta que un balón perdido por el brasileño Iarley y capitalizado por Pirlo con un pase profundo para Tomasson provocó la apertura del marcador para el conjunto de Carlo Ancelotti a los 23. El Milan parecía dominar el encuentro por la imprecisión de los argentinos y el resultado que le daba al equipo italiano el notable despliegue de Gattuso y la movilidad y claridad de Pirlo.
No obstante, el conjunto italiano también cometió un error defensivo a los 26 minutos al descuidar a Barros Schelotto, que lanzó el balón al centro del área, donde un toque de Iarley despistó a Dida y dejó solo a Donnet, que logró la igualada con un zurdazo. Al instante Kaká lanzó un remate al poste argentino, en momentos en que el equipo de Carlos Bianchi no tuvo otra alternativa que aguantar una momentánea arrancada milanista. En la segunda parte Pirlo se adueñó del centro del campo, aunque al Milán le costó encontrar espacios para habilitar a Shevchenko, absorbido por los marcajes, y sus mejores situaciones de ataque las protagonizaron Maldini y Kaká, el primero con un remate que tapó el portero argentino y el segundo con un tiro desviado. Tevez salió al campo en el minuto 73 por Barros Schelotto y contagió al resto del equipo con su movilidad. En la prórroga, el Boca Juniors tomó decididamente la iniciativa frente a un rival que prefirió retrasarse y jugar el balón hacia los laterales, sofocado por la presión del Boca , el bajón de Pirlo y la intrascendencia de Seedorf y Rui Costa.