(Libertad Digital) Horas antes de elegir la estación madrileña de Chamartín como blanco de una masacre, Gorka Loran, uno de los etarras detenidos el miércoles se había despedido de sus alumnos, niños de entre 8 y 9 años de la ikastola Amaiur, en el barrio pamplonés de Iturrama.
Según publica este viernes El Diario de Navarra, Loran se trasladaba cada día a Pamplona desde Hernani, donde residía con su familia, desde principios de este curso, cuando fue contratado para cubrir la baja de un profesor e impartir clases en tercero de Primaria.
Además, fuentes de la lucha terrorista destacadas por la agencia EFE, informan de que la Policía ha intervenido a los dos etarras detenidos el pasado miércoles en Guipúzcoa una lista de objetivos de la banda terrorista aunque no se ha confirmado si se habían realizado seguimientos o eran meras intenciones, dada la poca operatividad de los pistoleros. Los agentes de la Policía registraron dos viviendas en la localidad guipuzcoana de Hernani –en una de ellas se refugió Gorka Loran–, una en Andoain, en la misma provincia, y otra en Pamplona. En los registros se halló también una grabación en la que, con voz distorsionada, se avisaba de la colocación de un artefacto en la línea ferroviaria Zaragoza-Alsasua.