L D (EFE) "Como hemos sacado mas cadáveres, tememos que el recuento mortal pueda llegar a doblar el actual cálculo de muertos", dijo Akbar Alaviel, el gobernador de Kerman, cerca de Bam. "Es un desastre humano increíble", apunto.
Algunos miembros de los equipos de salvamento utilizaban sus propias manos para retirar los escombros, mientras que media docena de bulldozers abrían largas zanjas para enterrar a los muertos y evitar el peligro de enfermedades infecciosas.
Algunos miembros de los equipos de salvamento utilizaban sus propias manos para retirar los escombros, mientras que media docena de bulldozers abrían largas zanjas para enterrar a los muertos y evitar el peligro de enfermedades infecciosas.
Apenas quedan edificios en pie
Miles de residentes de Bam siguen en la zona apenas protegidos por mantas, en tanto que otros intentan cobijarse en los primeros campamentos instalados por los equipos de ayuda. "No queda ningún edificio entero en la ciudad. Bam se ha convertido en un terreno baldío. Las construcciones que continúan en pie no sirven para protegerse", dijo a los periodistas el ministro del Interior, Abdolvahed Mousavi Lari.
Como la mayoría del resto de construcciones de la ciudad, la prisión de Bam ha quedado destruida por el seísmo, lo que han aprovechado 800 convictos para huir y poner tierra de por medio. También se han desplomado los hospitales de la ciudad, por lo que aviones militares continuaban con la evacuación de heridos a Kerman y a Teherán, donde muchos voluntarios han comenzado a colaborar con la donación de sangre.
Piden medicinas y agua, no voluntarios
El Ministerio de Sanidad iraní ha reiterado los llamamientos de ayuda a la comunidad internacional para el envío de medicinas, tiendas y equipos médicos a fin de paliar la situación de los damnificados. No obstante, las autoridades de Irán han pedido que no se envíen voluntarios para ayudar en el rescate, ya que están llegando por millares desde todos los puntos del país y no dan abasto siquiera para coordinar a tantas manos que se ofrecen para trabajar en lo que sea. Hasta el momento, los voluntarios han enterrado ya unos 6.000 cadáveres.
En respuesta al llamamiento internacional de auxilio por parte del presidente, Mohamed Jatami, que reconoció que Irán no tiene medios para hacer frente a esta catástrofe, varios estados ya empezaron a enviar ayuda humanitaria. Este sábado han llegado a la zona aviones de Suiza, Francia, Bélgica, el Reino Unido, Rusia y China, entre otros. Irán sólo ha rechazado la ayuda proveniente de Israel, que sin embargo ha enviado sus condolencias. "A pesar de todas nuestras divergencias, en momentos como estos es necesaria la movilización de la comunidad internacional", ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Silvan Shalom.
A la catástrofe humana a la que se enfrentan las autoridades, y que ha dejado al pueblo iraní en estado de conmoción, se suma la perdida casi completa de los vestigios medievales de Bam, cuya ciudadela de adobe, de más de dos mil años de antigüedad y una de las joyas de la arqueología iraní, se ha desplomado por el desastre. Antigua ciudad caravanera de la ruta de la seda, Bam era uno de los principales atractivos turísticos de Irán y la desaparición de su patrimonio histórico repercutirá negativamente en los ingresos que proporcionaban los visitantes a la región, en el sureste y una de las mas atrasadas e incomunicadas de este país.