L D (EFE) La institución europea también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito en el 3 por ciento, así como la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 1 por ciento.
Los mercados no preveían ningún cambio de las tasas, pese a la fuerte subida del valor del euro frente al dólar, que le llevó el martes a lograr un nuevo récord histórico desde su introducción en enero de 1999 en 1,2812 dólares. El ministro alemán de Economía, Wolfgang Clement, se pronunció este jueves indirectamente a favor de una bajada de los tipos de interés en la zona euro debido a la duradera fortaleza de la moneda única.
Clement dijo que la continuación de la carrera alcista del euro puede perjudicar la economía europea. Por su parte, el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, advirtió hoy en Berlín de que el cambio del euro se acerca a un terreno peligroso para la competitividad de la Unión Europea (UE), aunque también dijo que el 90 por ciento de la economía comunitaria no se ve afectada por el valor de la moneda única. El Bundesbank considera que la apreciación del euro contra el dólar, si se mantiene, puede convertirse un riesgo potencial para el futuro crecimiento de la economía en la eurozona.
Sin embargo, otros expertos económicos han quitado dramatismo a la peligrosidad de la fortaleza del euro, si bien han reconocido que es desfavorable para el crecimiento de la economía de la zona euro. El actual nivel de cambio "no es una señal de alarma para que el BCE baje los tipos de interés, porque las tasas reales se encuentran a un nivel muy bajo, en el 0 por ciento", según el Deutsche Bank. La entidad monetaria europea bajó los tipos de interés el pasado junio, por última vez, hasta el 2,0 por ciento, el nivel más bajo desde 1948 para todos los países que hoy componen la Unión Monetaria.
Mientras, y de igual manera, el Banco de Inglaterra acordó este jueves, mantener los tipos de interés en el 3,75 por ciento en el Reino Unido. Esta decisión, que se daba por hecho en la "City" y la bolsa de Londres, fue anunciada tras una reunión de dos días celebrada en la capital británica por el comité monetario de la institución británica, bajo la presidencia del gobernador Mervyn King. Los analistas creen que el Banco de Inglaterra esperará a conocer más datos sobre la economía británica, y especialmente sobre la inflación, antes de decidir una nueva subida de los tipos de interés, lo que podría ocurrir en febrero. Según el nuevo sistema de medición introducido por el Gobierno británico, la inflación bajó una décima en noviembre y se situó en el 1,3 por ciento, y el resultado de todo el año se conocerá la semana próxima. La nueva meta de inflación del Banco de Inglaterra es de un 2 por ciento.