L D (Agencias) Etxebeste, quien fuera considerado número dos de la banda terrorista, cumplió en enero de 2002 las dos terceras partes de su condena y a finales de este mes habrá redimido el resto de la pena, única que le ha sido impuesta en España tras ser expulsado en 1997 de la República Dominicana donde estaba recluido.
El 17 de abril de 2001, la Audiencia Nacional condenó a "Antxon" a la citada pena al considerar probado que éste "ejercía funciones de relevancia" en ETA, según la documentación incautada en la cooperativa "Sokoa", una fábrica de muebles de Hendaya en la que en 1986 fue encontrado un escondite en el que ETA almacenaba información sobre su actividad, dinero, armas y explosivos. "Antxon" fue expulsado a España en 1997 por la República Dominicana, donde se encontraba confinado desde que, en 1989, intervino en Argelia, junto a otros dirigentes etarras, en unas conversaciones con el gobierno socialista de Felipe González que concluyeron sin acuerdo.
Según la sentencia de la Audiencia Nacional, Etxebeste fue en los años 80 responsable del aparato de logística de ETA y, además de dar cursillos de formación, se encargaba de "fijar las líneas ideológicas del grupo y de orientar los objetivos" de los "comandos" armados.
Por otra parte, en marzo de 2005, también podría quedar en libertad el que fuera jefe del grupo "Madrid" de ETA, Iñaki de Juana Chaos, condenado a más de dos mil años de cárcel, de los que sólo debe cumplir un máximo de 30. De Juana lleva 17 años en prisión y podría haber quedado en libertad el próximo mes de septiembre, pero el juez central de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, retrasó su salida de la cárcel al retirarle las redenciones de pena ordinarias, que no regían en el Código Penal de 1973 por el que fue condenado.
Otros integrantes de este grupo asesino, responsable de atentados como el de la plaza de la República Dominicana, en 1986, en el que murieron 12 guardias civiles, no saldrán de prisión hasta "dentro de unos años", según las fuentes penitenciarias. Se trata de Antonio Troitiño Arranz, que en 1999 cumplió las dos terceras partes de los 30 años en que quedaron sus numerosas condenas con lo que ya ha redimido ocho años, y de Inés del Río, quien en 2000 también cumplió las dos terceras partes de su condena de 30 años, redimiendo así siete años.