L D (EFE) El Gobierno británico considera que el Reino Unido es el objetivo "número dos" de Al-Qaeda después de Estados Unidos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha ordenado la revisión después de que la citada red terrorista atacara el pasado noviembre el consulado de este país y la sede de un banco británico en la ciudad turca de Estambul, con un resultado de una veintena de muertos –entre ellos el cónsul británico, Roger Short– y más de cuatrocientos heridos.
Según el diario, los servicios de inteligencia británicos esperan otro atentado de la organización que dirige el disidente saudí Osama ben Laden contra intereses británicos, bien a través de un ataque suicida, bien mediante un ataque con armas químicas. "Tenemos que admitir que la amenaza es más elevada que nunca y probablemente seguirá siendo alta", explica al rotativo un funcionario del Gobierno británico.
La medida, ya aplicada por EEUU al trasladar algunas de sus embajadas a recintos fortificados en las afueras de las ciudades, no cuenta con la aprobación de diplomáticos británicos. "Hay un gran debate sobre cómo hacer esto. Todo el mundo piensa que para tener una embajada eficaz hay que estar en el centro de las ciudades, en el meollo de las cosas. Se trata de una verdadero dilema", indica la misma fuente.
Según el periódico, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, tiene previsto informar próximamente al Parlamento de la iniciativa de su Ministerio. El Reino Unido dispone de 230 misiones diplomáticas en todo el mundo, aunque las que corren un mayor riesgo de atentado terrorista son las situadas en Oriente Medio y el norte de África.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha ordenado la revisión después de que la citada red terrorista atacara el pasado noviembre el consulado de este país y la sede de un banco británico en la ciudad turca de Estambul, con un resultado de una veintena de muertos –entre ellos el cónsul británico, Roger Short– y más de cuatrocientos heridos.
Según el diario, los servicios de inteligencia británicos esperan otro atentado de la organización que dirige el disidente saudí Osama ben Laden contra intereses británicos, bien a través de un ataque suicida, bien mediante un ataque con armas químicas. "Tenemos que admitir que la amenaza es más elevada que nunca y probablemente seguirá siendo alta", explica al rotativo un funcionario del Gobierno británico.
La medida, ya aplicada por EEUU al trasladar algunas de sus embajadas a recintos fortificados en las afueras de las ciudades, no cuenta con la aprobación de diplomáticos británicos. "Hay un gran debate sobre cómo hacer esto. Todo el mundo piensa que para tener una embajada eficaz hay que estar en el centro de las ciudades, en el meollo de las cosas. Se trata de una verdadero dilema", indica la misma fuente.
Según el periódico, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, tiene previsto informar próximamente al Parlamento de la iniciativa de su Ministerio. El Reino Unido dispone de 230 misiones diplomáticas en todo el mundo, aunque las que corren un mayor riesgo de atentado terrorista son las situadas en Oriente Medio y el norte de África.