LD (EFE) Mientras Tonna era interrogado por quinto día por los jueces de Parma que llevan el caso de la bancarrota fraudulenta del grupo lácteo italiano, su esposa, Donatella Alinovi, era confinada en arresto domiciliario bajo la acusación de “blanqueo de dinero”.
La decisión judicial estaría relacionada con las declaraciones efectuadas por su marido el pasado 31 de diciembre sobre una sociedad constituida en Luxemburgo, junto a su mujer, destinada a recoger imposiciones hechas a su favor por el patrón de Parmalat, Calisto Tanzi.
Según fuentes de la investigación, a Donatella Alinovi le fueron secuestradas este miércoles dos cajas de seguridad con cheques por valor de cerca de un millón de euros, depositadas en la Caja de Ahorros de Parma y Piacenza. Al parecer, los cheques fueron firmados hace apenas diez días con dinero extraído por la propia esposa de Fausto Tonna de sociedades del grupo Parmalat.