L D (EFE) Primero fue Joan Saura el que reconoció que el tripartito pasaba por un momento delicado. Posteriormente las declaraciones de Maragall avivaron la polémica al manifestar que el PSC se ve obligado a "dar clases" a ERC e Iniciativa. Después llegaron las palabras de Carod-Rovira, que tenía que recordar al presidente catalán que está en la Generalitat gracias a su apoyo. Tras este cruce de declaraciones, y en una entrevista concedida a La Vanguardia, el propio Maragall admite que ya han surgido los primeros problemas en el tripartido. Reconoce lo que han hecho evidente las últimas manifestaciones de unos y otros pero se muestra confiado en que una vez que encuentre el rumbo, el gobierno catalán superará las dificultades.
Dice Maragall en la entrevista que el tripartito que integra su Ejecutivo "tardará un poco" en crear una "cultura común de gobierno". Recuerda que "una cosa es firmar un acuerdo de gobierno y actuar en consecuencia en las votaciones de investidura y otra es haber creado una cultura común de gobierno. Eso tardará". Pese a todo, asegura que "no hay que esperar tanto para que el Gobierno esté correctamente formado".
En cualquier caso, reconoce que "en este momento todavía nos falta un buen número de nombramientos por hacer y algo más de rodaje para que nada chirríe a nivel partidario, personal y funcional". "Tardará todavía un poquito", señala, antes de que "esto funcione bien engrasado", pero sostiene que "este Gobierno pronto estará en condiciones de adquirir una cultura de gobierno, no de partido". En cualquier caso, señala que "no hay que extrañarse de que partidos y personas que no han tenido nunca experiencia de gobierno importante tengan una cierta dificultad en adaptarse".
Maragall aprovecha para "pedir tiempo" para superar las discrepancias de los últimos días. "En Europa he visto cosas peores, pero aquí no estamos acostumbrados a gobiernos de coalición", dijo. Sobre el nombramiento de la nueva dirección de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), Maragall asegura que "entre los miembros del Gobierno no hay ninguna discrepancia importante. Puede haberla entre algún portavoz de los partidos" que integran el tripartito. En este sentido, defiende el nombramiento de Joan Majó y el proceso seguido y sostiene que "no es pecado tener el carnet de un partido", en relación a la militancia de Majó en el PSC.