(Libertad Digital) La deslocalización no afecta sólo a empresas industriales. Según se ha confirmado en las últimas horas, el grupo finlandés de telefonía móvil Nokia ha cerrado su centro de investigación y desarrollo de El Prat de Llobregat, donde empleaba a 30 trabajadores, con lo que abandona la actividad de investigación en España.
Nokia había cerrado su centro de Málaga y había reducido a un tercio la actividad de su centro barcelonés a principios del 2003. A finales del año pasado decidió abandonar completamente la actividad en Barcelona y concentrar todo su equipo de investigación en Finlandia. La empresa ha ofrecido a sus investigadores continuar su trabajo en Finlandia, opción rechazada por los trabajadores de El Prat.
Ocho de los ex investigadores del centro han adquirido los equipos de Nokia y han constituido una nueva empresa, con la marca Genaker, que, según su director general, Miquel Teixidor, pretende continuar los proyectos que se realizaban para Nokia.
Autotex se traslada a la República Checa y deja sin trabajo a 173 empleados
Mientras esto ocurre en la tecnológica finlandesa, el martes la agencia Efe se hacía eco de como otra fábrica implantada en Cataluña anunciaba su traslado a la República Checa. Se trata de Autotex. Con 173 empleados, se dedica a la fabricación de airbag y otros complementos para automóviles, como tapicerías. Según la dirección de Autotex, la decisión es consecuencia de la "grave crisis" que sufren los dos sectores en los que se encuentra inmersa la empresa, el textil y el de componentes de automoción.
En un comunicado publicado de la Autotex, la dirección de la empresa indicaba que la fábrica de Vacarisses "no es competitiva porque el coste de la mano de obra es un 87 por ciento superior al de las plantas de la competencia" y asegura que en los últimos tres años ha registrado unas pérdidas cercanas a 7,6 millones de euros.
Según Fina Moreno, miembro del Comité de Empresa de Autotex, la compañía ha explicado a la plantilla que el cierre de producirá de manera progresiva en los próximos seis meses. Sin embargo, Autotex mantendrá abiertas las plantas de Viladecavalls (Barcelona) y la de Asturias, donde también se fabrican cojines de seguridad y el salario de los trabajadores es un 30 por ciento inferior al de Cataluña, que se sitúa entre los 900 y los 1.000 euros brutos mensuales. Los sindicatos denunciaron que Autotex ha rechazado una "inyección" económica de la Generalitat para mantener abierta la planta de Vacarisses, lo que ha generado un "malestar muy grande" entre los empleados de la compañía.
El conseller de Trabajo e Industria de la Generalitat, Josep Maria Rañé, ha afirmado que exigirá a las empresas que decidan cerrar en Catalunya que se hagan cargo de recolocar a los empleados afectados, tras los últimos casos de deslocalizaciones y ceses de actividad industrial.