LD (EFE) Entre las razones de su decisión, el órgano que preside Alan Greenspan aduce que la inflación "está débil y se espera que siga en un nivel reducido". El Índice de Precios al Consumo terminó 2003 en un 1,9 por ciento en EEUU, pero excluidas la energía y la alimentación, que son muy volátiles, alcanzó tan sólo el 1,1 por ciento.
Según el comunicado remitido por la Reserva Federal, la actual política monetaria, junto con "un sólido aumento subyacente en la productividad (del 9,2 por ciento), está aportando un importante apoyo a la actividad económica". La producción, explica el Comité, está aumentando a un ritmo expedito y, "aunque las nuevas contrataciones siguen siendo reducidas, otros indicadores apuntan a una mejora en el mercado laboral".
Según el banco emisor estadounidense, la probabilidad de un periodo de deflación, que había sido uno de los peligros en la economía del país en 2003, "ha disminuido en los últimos meses" y hoy por hoy este riesgo "parece casi igual al de una subida de la inflación".
El país registró una tasa de crecimiento anual del 8,2 por ciento en el tercer trimestre del 2003, el más alto en casi dos décadas, y la cifra de los últimos tres meses del año, que será divulgada el viernes por el Departamento de Comercio, podría rondar entre el 4 y el 4,5 por ciento, según los analistas. Además, el mercado de bienes raíces y la construcción siguen en alza, así como las exportaciones y las compras de los consumidores.