(Libertad Digital) El banco ratifica en estos documentos la función de "primer ejecutivo de BBVA" de Francisco González, que concluirá este año su mandato pero será propuesto para su reelección en la junta de 2005 por otros cinco años, según quedó establecido en los pactos de fusión de la extinta Argentaria y BBV. Al término de ese periodo, González contará ya con los 65 años, los máximos fijados estatutariamente para un presidente en BBVA.
Según el comunicado enviado por la entidad, estos informes determinan también la existencia de un consejero delegado, cargo que ocupa José Ignacio Goirigolzarri desde que accedió al mismo el 18 de diciembre de 2001, en sustitución de Pedro Luis Uriarte.
Además, se fija en 16 el número máximo de miembros del Consejo de Administración, frente a los 32 con que había iniciado el año 2003 y que se redujeron posteriormente hasta 12 con la jubilación de Plácido Arango y la dimisión de hasta 8 miembros que resultaron vinculados con el escándalo de las cuentas secretas del antiguo BBV.
Entre las apuestas en materia de buen gobierno, BBVA destaca la importancia que da a los consejeros independientes, hasta el punto de reservarles dos terceras partes de los puestos de su consejo, la mayoría de las sillas de la Comisión Delegada Permanente y la totalidad de las correspondientes a las comisiones de Auditoría y de Retribución y Nombramiento.
El sistema de retribución es distinto en el caso de los tres miembros ejecutivos –presidente, consejero delegado y secretario–, a los que se establece una retribución fija y variable al igual que a los miembros de la alta dirección. En cuanto a la remuneración variable, está se fijará por parámetros objetivos, como la evolución del beneficio por acción, objetivos de negocio o eficiencia y no se vinculará en ningún caso a la marcha bursátil de la acción.
El sistema y la proporcionalidad la fija la comisión de Retribuciones y Nombramiento, integrada en su totalidad por miembros independientes. Otra de las principales novedades del Informe es, precisamente, que BBVA hace pública por vez primera la retribución individualizada de sus consejeros, además de explicitar de forma detallada las situaciones en las que podría darse la existencia de conflictos de intereses entre el Consejero, sus familiares y las entidades con las que está relacionado.