L D (EFE) Además, otras dos personas han fallecido en el país asiático, con lo que ya son 13 las víctimas mortales en ese país y 18 en el total de los países afectados.
El sector español explicó que hasta ahora habían preferido no dar estas cifras para evitar una mayor alarma social, "injustificada" ya que el brote de la enfermedad se haya a más de 15.000 kilómetros de distancia y no se transmite por consumo, para evitar un efecto de arrastre en el resto de los consumidores. Destacaron que, aunque el descenso de consumo aún no es muy significativo, están preocupados por las pérdidas que tendrían que soportar los avicultores si se mantuviera la tendencia, ya que los productores podrían encontrarse en apenas dos semanas con que los camiones no pasen a recogerles pollos listos para consumir.
Esta situación provocaría una sobreexplotación en las granjas, cuya única salida pasa por sacrificar a los animales y congelar su carne para perder el valor del animal, por eso los avicultores ya han trasladado al Gobierno la necesidad de adoptar ayudas y mecanismos de intervención. Además reclaman de la Administración una campaña de información a los consumidores para que la sensación de peligro se ajuste a la realidad, y apelan a la madurez de los consumidores para mantener su confianza en las producciones avícolas españolas que ofrecen totales garantías de calidad y seguridad alimentaria.
El sector español explicó que hasta ahora habían preferido no dar estas cifras para evitar una mayor alarma social, "injustificada" ya que el brote de la enfermedad se haya a más de 15.000 kilómetros de distancia y no se transmite por consumo, para evitar un efecto de arrastre en el resto de los consumidores. Destacaron que, aunque el descenso de consumo aún no es muy significativo, están preocupados por las pérdidas que tendrían que soportar los avicultores si se mantuviera la tendencia, ya que los productores podrían encontrarse en apenas dos semanas con que los camiones no pasen a recogerles pollos listos para consumir.
Esta situación provocaría una sobreexplotación en las granjas, cuya única salida pasa por sacrificar a los animales y congelar su carne para perder el valor del animal, por eso los avicultores ya han trasladado al Gobierno la necesidad de adoptar ayudas y mecanismos de intervención. Además reclaman de la Administración una campaña de información a los consumidores para que la sensación de peligro se ajuste a la realidad, y apelan a la madurez de los consumidores para mantener su confianza en las producciones avícolas españolas que ofrecen totales garantías de calidad y seguridad alimentaria.
Temen que se hundan los precios
Apuntan que la crisis generada por la gripe aviar en Asia se une al incremento de los costes de producción derivados de la escasez de cereal para la alimentación de los pollos y a la tendencia a la baja de los precios en origen tras la subida de este verano. El sector teme que la desconfianza de los consumidores hunda los precios, lo que llevaría al cierre de muchas de las 5.000 explotaciones avícolas, principalmente para las más pequeñas. Insisten en que la mejor ayuda para evitar la crisis es concienciar a la opinión pública de que las condiciones higiénico sanitarias de la producción avícola española ofrecen total garantía para el consumo.
En España se producen a la semana 12 millones de pollos, lo que supone 22 millones de kilos de este ave, con un nivel de autoabastecimiento cercano al 98 por ciento, por lo que no se importa carne de pollo de ninguna de las regiones afectadas por la gripe. El 95 por ciento de las 5.000 explotaciones existentes, de las que dependen 80.000 familias, realizan sus actividad a través de empresas integradoras y generan más de 22.000 puestos de trabajo.
Apuntan que la crisis generada por la gripe aviar en Asia se une al incremento de los costes de producción derivados de la escasez de cereal para la alimentación de los pollos y a la tendencia a la baja de los precios en origen tras la subida de este verano. El sector teme que la desconfianza de los consumidores hunda los precios, lo que llevaría al cierre de muchas de las 5.000 explotaciones avícolas, principalmente para las más pequeñas. Insisten en que la mejor ayuda para evitar la crisis es concienciar a la opinión pública de que las condiciones higiénico sanitarias de la producción avícola española ofrecen total garantía para el consumo.
En España se producen a la semana 12 millones de pollos, lo que supone 22 millones de kilos de este ave, con un nivel de autoabastecimiento cercano al 98 por ciento, por lo que no se importa carne de pollo de ninguna de las regiones afectadas por la gripe. El 95 por ciento de las 5.000 explotaciones existentes, de las que dependen 80.000 familias, realizan sus actividad a través de empresas integradoras y generan más de 22.000 puestos de trabajo.