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Jatamí descarta aplazar las elecciones de febrero pese al veto contra candidaturas reformistas

El presidente iraní, Mohamed Jatamí, anunció que su Gobierno no aplazará las próximas elecciones, previstas para el veinte de febrero en Irán, pese al veto por los conservadores a miles de candidatos reformistas. Su postura, explicó el mandatario, tiene como único objetivo cumplir con las órdenes del guía espiritual iraní, Alí Jamenei.

L D ( Agencias ) Mohamed Jatamí, que dirige la corriente moderada del régimen, manifestó que su decisión de celebrar los comicios a tiempo se debe únicamente a que quiere cumplir las ordenes en este sentido del líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, y no porque está convencido de que serán libres.
 
El mandatario expresó su postura en un mensaje que él y el presidente del Parlamento, Mahdi Karrubi, enviaron a Jamenei, cabeza visible de los conservadores que, además de las Fuerzas Armadas y la Policía, controlan numerosas instituciones y consejos influyentes en la vida política del país. Entre esos figura el Consejo de los Guardianes de la Constitución (CGC), integrado por doce clérigos de alto rango nombrados por Jamenei, y que es el responsable del proceso electoral en Irán. En el mensaje, los dos líderes reformistas se quejaron de que el CGC "no ha cumplido las órdenes del líder supremo" para revisar su decisión de descalificar a más de 2.000 aspirantes reformistas.
 
De acuerdo con fuentes del Ministerio del Interior, la lista enviada por el CGC a ese ministerio con las candidaturas aprobadas "indica que (dicho consejo) no ha respetado las ordenes del líder", añadió IRNA. "Pese a este comportamiento del CGC, las elecciones se celebrarán a tiempo, el 20 de febrero, en conformidad con las ordenes del líder supremo", recalaron Jatamí y Karrubi en su mensaje a Jamenei.
 
La crisis en Irán, que ha colocado al país al borde de la fractura política cuando se cumplen 25 años de la fundación de la República Islámica, surgió cuando el CGC vetó, en un principio, a 3.605 de las más de 8.200 candidaturas a las elecciones. La medida provocó la protesta de los aperturistas, y más de 80 diputados del Parlamento (en una Cámara de 290, de mayoría reformista) iniciaron a mediados de enero una sentada en el Legislativo, mientras que numerosos gobernadores amenazaron con presentar su dimisión.

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