L D (EFE) Los avicultores prevén que, si mantiene la tendencia a la baja en el consumo de carne de pollo, para esta semana los excedentes podrían duplicarse y provocar cuantiosas pérdidas, así como el cierre de muchas explotaciones.
Para evitar la crisis reclaman al Gobierno que adopte con urgencia medidas de almacenamiento público para evitar la saturación de los mercados y de las explotaciones, ya que con una producción nacional de 22 millones de pollos semanales podrían dejar de recogerse de las granjas 2,2 millones de pollos a la semana por falta de salida en los mercados. Además exigen que el Gobierno ponga en marcha una campaña de información para que los consumidores se den cuenta de lo lejos que está el peligro de que la gripe del pollo llegue a España, ya que el brote está a más de 15.000 kilómetros y "no se importa nada ni de Asia ni de Estados Unidos".
En este sentido, insistieron en hacer llegar a los consumidores la realidad de un sector que abastece en más de un 98 por ciento el mercado nacional, y cuyas producciones gozan de total garantía de seguridad alimentaria. Los productores señalaron que aún no han notado en las granjas el descenso del consumo, ya que sus producciones son cíclicas, con crianzas que duran entre 40 y 50 días, pero prevén que a partir de la semana que viene las integradoras dejarán de comprarles pollo porque no tienen salida en el mercado.
Para evitar la crisis reclaman al Gobierno que adopte con urgencia medidas de almacenamiento público para evitar la saturación de los mercados y de las explotaciones, ya que con una producción nacional de 22 millones de pollos semanales podrían dejar de recogerse de las granjas 2,2 millones de pollos a la semana por falta de salida en los mercados. Además exigen que el Gobierno ponga en marcha una campaña de información para que los consumidores se den cuenta de lo lejos que está el peligro de que la gripe del pollo llegue a España, ya que el brote está a más de 15.000 kilómetros y "no se importa nada ni de Asia ni de Estados Unidos".
En este sentido, insistieron en hacer llegar a los consumidores la realidad de un sector que abastece en más de un 98 por ciento el mercado nacional, y cuyas producciones gozan de total garantía de seguridad alimentaria. Los productores señalaron que aún no han notado en las granjas el descenso del consumo, ya que sus producciones son cíclicas, con crianzas que duran entre 40 y 50 días, pero prevén que a partir de la semana que viene las integradoras dejarán de comprarles pollo porque no tienen salida en el mercado.
Pérdidas de nueve millones de euros por explotación
Esto provocaría la pérdida de un periodo entero de crianza en las explotaciones afectadas, que en lugar de sacar seis al año se verán obligadas a renunciar a una de ellas por falta de espacio en la explotación. Explicaron que una crianza menos al año, teniendo en cuenta que el tamaño medio de una explotación avícola en España es de 30.000 aves, supondría pérdidas de más de nueve millones de euros por explotación, a lo que habría que añadir una pérdida de renta superior y difícil de cuantificar que es el coste de mantenimiento de los pollos.
Añadieron que las aves ya criadas con 45 días de edad consumen pienso pero no crecen y que el coste de la alimentación de un pollo al día supone cerca de 0,04 euros (siete pesetas), a lo que hay que añadir el mantenimiento de las instalaciones, luz, calor o medidas higiénico-sanitarias, entre otras.
Esto provocaría la pérdida de un periodo entero de crianza en las explotaciones afectadas, que en lugar de sacar seis al año se verán obligadas a renunciar a una de ellas por falta de espacio en la explotación. Explicaron que una crianza menos al año, teniendo en cuenta que el tamaño medio de una explotación avícola en España es de 30.000 aves, supondría pérdidas de más de nueve millones de euros por explotación, a lo que habría que añadir una pérdida de renta superior y difícil de cuantificar que es el coste de mantenimiento de los pollos.
Añadieron que las aves ya criadas con 45 días de edad consumen pienso pero no crecen y que el coste de la alimentación de un pollo al día supone cerca de 0,04 euros (siete pesetas), a lo que hay que añadir el mantenimiento de las instalaciones, luz, calor o medidas higiénico-sanitarias, entre otras.