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La ONU pide a Israel que se retire de la franja de Gaza para poder reactivar la Hoja de Ruta

La retirada de Israel de la franja de Gaza debe ser el primer paso para reanudar el proceso de paz de la "Hoja de Ruta" y ello requiere de la colaboración de las partes y de la comunidad internacional. Así se ha expresado el noruego Terje Roed Larsen, enviado especial de Naciones Unidas en Oriente Medio, durante la presentación de un informe sobre la situación en la zona ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

L D (EFE) Roed Larsen se muestra moderadamente optimista ante el anuncio de Israel de retirarse de Gaza, donde controlan el 40 por ciento del territorio. "La retirada debe hacerse en plena cooperación entre israelíes, palestinos y la comunidad internacional", dice el enviado especial. 
 
Por ello, pone como ejemplo de asistencia y cooperación la retirada de las tropas israelíes en el sur del Líbano en julio de 2000, que fue negociada por la ONU, bajo los auspicios del Consejo de Seguridad. El plan para la retirada también ha sido comentado en Bruselas por el primer ministro palestino, Abu Alá, quien reclama el apoyo de la Unión Europea para el despliegue de una fuerza de paz internacional en los territorios de los que se retire Israel. Roed Larsen prefiere no adelantar acontecimientos, aunque se muestra satisfecho por la actitud de Israel, por ser la primera vez que un primer ministro de este país "tiene el atrevimiento y la visión" de decir que desmantelará los asentamientos.
 
Sin embargo, advierte de que esta decisión podría conducir a tres casos hipotéticos en los próximos meses. El primer caso es que esta acción lleve a la reanudación del proceso de paz, con el firme compromiso de las partes para negociar. El segundo es que esta iniciativa se quedase en una actuación unilateral sin que implicase que las partes adopten un compromiso para la reanudación del proceso de paz. Y el tercero, que a su juicio sería el que tendría peores consecuencias, es que las partes sean incapaces de ejecutar el plan de retirada, lo que significaría mantener el "status quo" y provocaría más violencia y miseria.

Roed Larsen recuerda los actos de violencia registrados desde el pasado 16 de enero, que han costado la vida a once israelíes y 65 palestinos, con lo que la suma se eleva a 925 israelíes y 3.165 palestinos muertos desde que empezó la segunda Intifada, en septiembre de 2000. El representante de la ONU hace hincapié en la "desastrosa situación humanitaria" en los territorios ocupados, donde los índices de pobreza y desempleo son todavía muy altos, mientras que la Autoridad Nacional Palestina "carece de financiación para realizar sus funciones" y "está cerca de la bancarrota".

Finalmente, el diplomático insta a Israel a cesar la construcción del llamado "muro de separación", porque no ayuda a crear medidas de mutua confianza y critica la postura del Gobierno israelí de negarse a declarar ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de la Haya por no reconocer su jurisdicción. El TIJ, a petición de la Asamblea General de la ONU, debe pronunciarse de forma consultiva sobre la legalidad del "muro de la separación" que construye Israel en los territorios ocupados. Por su parte, el embajador de EEUU ante la ONU, John Negroponte, se ha limimitado a reafirmar el apoyo de Washington a la Hoja de Ruta como "el mejor camino para la paz en Oriente Medio".

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