LD (EFE) Los grandes consumidores de energía quieren hablar con Folgado sobre los aspectos que pueden estar detrás de la deslocalización industrial, entre ellos el cumplimiento del Protocolo de Kioto o la ampliación de la Unión Europea (UE).
La reunión no forma parte de la ronda de contactos que la directora general de Desarrollo Industrial, Belén Cristino, ha realizado con los distintos sectores económicos para elaborar el futuro Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión, que debe estar listo antes de finales de marzo. Sin embargo, algunos de los integrantes de AEGE, entre ellos el sector siderúrgico, pretenden plantear este tema.
El otro aspecto que preocupa al sector industrial es la próxima ampliación de la UE. Hay que recordar que, en los últimos meses, varias multinacionales como Samsung o Lear han trasladado plantas industriales desde España a países del Este, donde los costes laborales y las exigencias medioambientales son menores.
Arcelor advierte de que si tiene que pagar derechos de emisión se trasladará fuera de la UE
Gonzalo Urquijo, miembro de la dirección de Arcelor y responsable de la patronal siderúrgica Unesid, subrayó el pasado jueves que el cumplimiento del Protocolo de Kioto debe ser compatible con el desarrollo industrial. No obstante, Urquijo se mostró confiado en que el Ministerio de Economía será receptivo a los planteamientos de la industria del acero y que contará con derechos de emisión suficientes en España.
Sin embargo, el consejero delegado de Arcelor, Guy Dollé, advirtió de que el grupo europeo trasladará fuera de la UE la fabricación de los productos de menor valor añadido si se ve obligado a comprar derechos de emisión. La principal queja de Arcelor es que una Directiva europea no permite cerrar una planta en un país y utilizar los derechos de emisión liberados en otro Estado comunitario. Por ello, el grupo siderúrgico ha presentado un recurso contra la Directiva ante el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas.
La AEGE está integrada por 40 empresas representativas de todos los segmentos de la industria básica española que consumen, en conjunto, el 15 por ciento de la energía eléctrica producida y el 10 por ciento del gas natural demandado.