Barcelona y Mallorca ponen pie y medio en octavos de la Copa de la UEFA

 

El Barcelona salió llevando la iniciativa, y fruto de su dominio inicial fue la primera ocasión del partido, que llegó tras una buena subida por banda de Reiziger, que sentó a Sennels, pero Saviola remató mal el centro del holandés. Consciente de la calidad del centro del campo azulgrana, Laudrup optó por colocar al central Jakobsson en el medio, moviendo al lateral Dan Anton Johansen al central y colocando en su lugar habitual al lituano Skarbalius. Cuando parecía que el Brondby empezaba a reaccionar, Ronaldinho dio un pase sensacional desde el centro del campo que dejó solo a Luis García, pero éste, en vez de culminar, prefirió cederle el balón a Saviola, que no llegó por poco.

El conjunto de Rijkaard mantuvo el control, guiado por la clarividencia de Xavi y por el intermitente Ronaldinho. El Brondby creó ciertos problemas, pero no tuvo su primera ocasión clara hasta el minuto 21, en un tiro desde fuera de Kamper que salió alto por poco. De nuevo en un lanzamiento fuera del área, pero esta vez a cargo de Nielsen, el conjunto danés volvió a dar señales de vida, en unos minutos en el que el partido se perdió en un correcalles, justo el tipo de encuentro que menos le convenía al Barcelona. No obstante, el conjunto blaugrana desperdició una ocasión inmejorable poco antes del descanso, tras una pérdida de balón de Jakobsson, pero Ronaldinho, que se fue apagando con el paso de los minutos, envió un centro a las manos de Zaza, cuando Motta y Luis García esperaban solos en el segundo palo.

Apenas iniciado el segundo tiempo, Jakobsson agarró un balón dentro del área y lanzó un cañonazo que salió rozando el palo. El encuentro se movió entre alternativas al inicio de la reanudación, pero al Barcelona le faltó claridad en los últimos metros en un par de acciones peligrosas hasta la línea de fondo. Pasados diez minutos, el Brondby, gracias a una buena presión y al buen trabajo de Kahlenberg, uno de los mejores, empezó a crecerse y agobió al Barcelona, que pasó unos malos minutos, hasta que Ronaldinho lanzó una falta al larguero, recogió el rechace y, esquinado, lo mandó al interior de la cruceta. Apenas cinco minutos después, con el Brondby tocado, Overmars envió un pase desde la línea de fondo, pero Cocu, solo, lanzó fuera. El Barcelona tenía el partido donde quería y se dedicó a mover el balón frente a un rival que apenas tuvo capacidad de reacción.

 

 

 

En los primeros compases del partido, el Valencia se sentía muy cómodo sobre el terreno de juego ante un Besiktas un tanto temeroso, que renunciaba al ataque y centraba todos sus esfuerzos en defensa, aunque la superioridad del conjunto Rafa Benítez no cristalizaba en claras ocasiones de gol. Sin embargo, la primera aparición ofensiva de los turcos no pudo ser más efectiva. La conexión rumana entre el ex valencianista Ilie y Pancu acabó en gol de este último a los 17 minutos de juego, que suponía el primer tanto que los valencianistas encajaban esta temporada en Europa.

El gol espoleó a un Valencia que no tardó en reaccionar. Apenas cinco minutos después un saque de esquina cabeceado por Sissoko significó el empate y el primer tanto del internacional de Mali con la camiseta valencianista. El conjunto español no se conformaba con el empate e imprimió una marcha más al partido, lo que provocó la aparición del meta colombiano Córdoba, que con tres paradas excepcionales evitó que el Valencia se adelantara en buenos remates de Baraja, Angulo y Mista. Cuando más cerca estaba el gol valencianista llegó paradójicamente el tanto del Besiktas en una tremenda galopada de Pancu, que arrancó desde su propio campo y culminó con un potente disparo cruzado que Palop no atinó a despejar. El Valencia no estaba dispuesto a retirarse en desventaja en el marcador y, tras una buena internada de Garrido, Canobbio aprovechaba un rechace de la defensa para realizar una soberbia volea que firmaba de nuevo las tablas.

El guión no varió en la reanudación. El Valencia dominaba, atacaba, pero cuando el Besiktas salía al contragolpe era muy peligroso, ya que al cuarto de hora Pancu tuvo el tercer tanto en sus botas, aunque un acertado Palop evitó el gol de los turcos. Con el paso de los minutos el juego valencianista fue perdiendo gas. Con las líneas muy separadas y una mala presión en la medular de los locales, el equipo de Lucescu jugaba con comodidad y se atrincheraba en su feudo para defender el preciado empate, aunque Yalcin en el tramo final obligó de nuevo a Palop a lucirse. Cuando parecía que le partido iba a acabar en tablas, una falta lanzada por Fabio Aurelio fue rematada de cabeza de manera espectacular por parte de David Navarro que selló el agónico triunfo valencianista.

 

 

 

Savo hecatombe en Son Moix, la clasificación del Mallorca para octavos de final de la Copa de la UEFA está asegurada. De salida en el estadio Lokomotiv, el equipo bermellón decidió esperar al desarrollo del partido y el frío ruso les impidió reaccionar con prontitud, dejando todo el control del partido al Spartak, que dispuso de su primera ocasión a los cuatro minutos por medio de Pjanovic.

 

Los pupilos de Luis Aragonés tardaron casi un cuarto de hora en comenzar a tocar el balón, aunque los rusos, con falta de rodaje -aún no han empezado su Liga- apenas inquietaban la meta de Miki. Finidi despertó a los suyos con una galopada desde la derecha que concluyó en el remate de Ramis. Posteriormente asistiría a Samuel Eto´o, dejando el miedo en la defensa rusa.

 

Con la nieve en el escenario del encuentro, dos africanos decidieron el resultado. Finidi alteró a la defensa local y Eto´o inauguró el marcador, con lo que se convierte en el máximo anotador del Mallorca en competiciones europeas. Para sentenciar el partido y posiblemente la eliminatoria, Toni González, recién salido del banquillo, aprovechó un claro error de Kebe en la cesión de un balón con la cabeza para anotar el 0-2, sólo dos minutos antes de que Aragonés diera entrada a Perera, quien convirtió en gol el primer balón que tocó.

 

El Villarreal parte con ligera ventaja para el encuentro de vuelta tras conseguir un valioso empate a dos goles en el estadio Ataturk de Estambul. Sonny Anderson apagó el infierno turco de un manguerazo. El brasileño batió a Mondragón en el minuto cinco tras un gran pase de Roger que lo dejó solo ante el meta colombiano. Un error de la defensa del Galatasaray al practicar el fuera de juego posibilitó el tanto del pistolero. El Villarreal se mostró más sólido que el conjunto local, que además de jugar con un punto de nerviosismo, reflejó una gran debilidad defensiva. Los de Paquito pisaban el área de Mondragón con cierta facilidad ante la desesperación del entrenador del Galatasaray Fatih Terim.

 

Roger volvió a tener a la suerte a los 20 minutos con un lanzamiento que se marchó fuera por poco. Fue el preludio del segundo gol. Riquelme se fabricó una jugada dentro del área y, tras unos pases de tango, le metió el balón por debajo de las piernas al defensa y al portero y anotó el segundo tanto del encuentro. El conjunto turco se vio tocado en su orgullo con el segundo tanto del argentino. En el 25 Murat fue el más listo de la clase y recogió un rechace de Reina tras el lanzamiento de falta de César Prates. Con el 1-2 el partido bajó de calidad y el equipo otomano echó mano de la picaresca para tratar de que el colegiado expulsara a algún judador del Villarreal. Los de Paquito no entraron al trapo y Anderson a punto estuvo de anotar el tercero al filo del descanso, pero erró de forma incomprensible.

 

La segunda mitad no pudo empezar peor para el Villarreal. A los cinco minutos de la reanudación, César Prates ejecutó una falta directa que se coló por la escuadra derecha de Reina. El lateral derecho equilibró un partido que se le había puesto muy cuesta arriba para el equipo de Estambul. El partido se complicó para los de Paquito cuando en el minuto 62 Ballesteros vio la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez. Mientras tanto Pepe Reina se tuvo que emplear a fondo para despejar dos lanzamientos que llevaban marchamo de gol. El Galatasaray achuchaba la meta del Villarreal y éste bastante tenía con sacudirse la presión de encima. El Galatasaray empujó hasta el final, pero el conjunto español se defenfió muy bien y apenas dejó opciones.