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Bush y Schroeder, comprometidos a "dejar atrás las diferencias y avanzar"

El presidente de EEUU, George W. Bush, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, han celebrado su primera reunión en más de dos años, recuperando las relaciones entre sus respectivos países tras la oposición de Berlín a la guerra contra Irak. "Nos hemos comprometido a dejar atrás las diferencias entre nosotros y a avanzar", dijo Bush después del encuentro, que se celebró en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

L D (EFE) En el mismo sentido habló el canciller alemán en una comparecencia conjunta con Bush ante la prensa. "No hablamos sobre el pasado", dijo Schroeder. "Estuvimos de acuerdo en que tenemos que hablar sobre el presente y el futuro", añadió.
 
Ambos mandatarios celebraron después un almuerzo de trabajo para continuar restableciendo la cordialidad entre los dos países.
 
Schroeder se opuso ardientemente a la invasión de Irak durante su campaña de reelección, lo que fue visto por sectores conservadores en Washington como una posición adoptada para su beneficio político personal. El distanciamiento de ambos países en política exterior se transformó en el alejamiento de sus líderes, algo revelador de las opiniones de Bush, quien aprecia la conexión personal con sus homólogos y premia a sus aliados cercanos con visitas a su rancho de Crawford (Texas).
 
Por ello, fue inevitable una pregunta de los periodistas sobre el vínculo que Bush y Schroeder establecieron en el encuentro. "El canciller tienen un buen sentido del humor y, en consecuencia, me hace reír, y una persona que te hace reír es una persona con la que se está a gusto, y una persona con la que se está a gusto es alguien con quien tengo una relación cómoda", señaló. "No hay nada equivocado cuando los amigos tienen diferencias", agregó Bush en alusión a las reconocidas diferencia con Schroeder sobre Irak.
 
Para subrayar la mejora de las relaciones entre los dos países, tanto Bush como Schroeder recalcaron en su aparición conjunta su cooperación en misiones alrededor del mundo, desde Afganistán hasta los Balcanes y en la combate contra el terrorismo. Hacer las paces con Alemania previsiblemente ayudará a Bush en su campaña para la reelección, según los analistas, pues los demócratas han criticado insistentemente su falta de cooperación con los aliados tradicionales de Estados Unidos.
 
Un tema en el que no se prevé mucha coordinación entre los dos países es el de aminorar la caída del dólar frente al euro, un asunto que ninguno de los dos líderes mencionó en sus declaraciones públicas, pero que estaba en su agenda. Schroeder dijo el jueves en un discurso en Chicago, donde hay una amplia colonia alemana, que "los desequilibrios importantes en la economía mundial y las fluctuaciones en los tipos de cambio nos hace preocuparnos seriamente". El dólar ha caído más de un 40 por ciento frente al euro en los últimos dos años, lo que ha perjudicado a los exportadores alemanes.
 
En cambio, la debilidad de la divisa estadounidense está frenando el déficit comercial de este país -que aún así alcanzó el nivel récord de 489.400 millones de dólares en 2003-, por lo que Washington no ha mostrado ninguna intención de intervenir en los mercados para fortalecerla.

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