L D (EFE) En el repertorio -publicación que relata anécdotas sobre la actividad diaria de la entidad-, el Popular dedica el artículo titulado "Actos de mala fe" a un antiguo "cargo de máxima responsabilidad" que se prejubiló en 2002, en clara referencia a su ex consejero delegado.
Según este artículo, García Cuéllar fichó en mayo de 2003 a un director regional de la entidad financiera y a un ex director de una oficina bancaria, y desde entonces ha contratado a cuatro decenas de empleados del Popular, además de proponer ofertas de trabajo a otras 61 personas, de las que 44 son directores.
El banco recuerda que García Cuéllar se formó durante 28 años en el Popular, donde tuvo oportunidad de adquirir gran parte de los conocimientos que le han ayudado en su carrera profesional, y recuerda en una dura crítica que tras su incorporación al Pastor "pronto dio las primeras muestras de haber olvidado que no todo lo que tiene en su cabeza le pertenece".
No obstante, el Banco Popular zanja la cuestión al indicar que "la insatisfacción que siempre producen las deslealtades" se ha visto paliada, entre otras cosas, porque hubo más trabajadores que rechazaron las ofertas que aquellos que las aceptaron. Afirma, además, que "dos de los que se fueron han iniciado conversaciones para regresar" y añade que "algunos empleados del querido colega han ofrecido espontáneamente sus servicios al Popular".
Sin embargo, el propio García Cuéllar y el presidente del Pastor, José María Arias, han asegurado en varias ocasiones -la última vez hace un par de semanas en la presentación de resultados- que sólo un pequeño porcentaje de sus últimos fichajes proceden del Popular y han defendido, además, que nunca han ido a buscar a nadie sino que han sido los empleados los que se han ofrecido. De hecho, Arias destaca que tiene miles de currículum de empleados de otras entidades que están interesados en pasarse a la plantilla del Pastor y exigió que quedara zanjada "de una vez por todas esta polémica". Los responsables del Pastor explican que necesitan incorporar a nuevo personal en el grupo para hacer frente al plan de expansión en el que están incursos.
En la vigésimo séptima edición del Repertorio de temas del Popular se incluyen también narraciones sobre hechos "desagradables" para el banco, como atracos, hurtos, actuaciones desleales o impropias por parte de empleados y reclamaciones de clientes, aunque el Popular también se hace eco de acontecimientos positivos, como los premios recibidos o las cartas de elogio de usuarios. El banco informa además de que concedió préstamos a los tres principales partidos políticos españoles -PP, PSOE e IU- para las elecciones autonómicas de 2003 y las madrileñas de octubre, en tanto que Esquerra Republicana de Catalunya y el PP recibieron financiación para las elecciones en Cataluña del pasado noviembre.
La entidad que presiden los hermanos Valls-Taberner, la única que publica este tipo de documentos, defiende el Repertorio de temas como una herramienta enmarcada dentro de la "política de transparencia adoptada desde 1976", que permite a los accionistas conocer las "luces y sombras y los éxitos o fracasos" del banco.
Según este artículo, García Cuéllar fichó en mayo de 2003 a un director regional de la entidad financiera y a un ex director de una oficina bancaria, y desde entonces ha contratado a cuatro decenas de empleados del Popular, además de proponer ofertas de trabajo a otras 61 personas, de las que 44 son directores.
El banco recuerda que García Cuéllar se formó durante 28 años en el Popular, donde tuvo oportunidad de adquirir gran parte de los conocimientos que le han ayudado en su carrera profesional, y recuerda en una dura crítica que tras su incorporación al Pastor "pronto dio las primeras muestras de haber olvidado que no todo lo que tiene en su cabeza le pertenece".
No obstante, el Banco Popular zanja la cuestión al indicar que "la insatisfacción que siempre producen las deslealtades" se ha visto paliada, entre otras cosas, porque hubo más trabajadores que rechazaron las ofertas que aquellos que las aceptaron. Afirma, además, que "dos de los que se fueron han iniciado conversaciones para regresar" y añade que "algunos empleados del querido colega han ofrecido espontáneamente sus servicios al Popular".
Sin embargo, el propio García Cuéllar y el presidente del Pastor, José María Arias, han asegurado en varias ocasiones -la última vez hace un par de semanas en la presentación de resultados- que sólo un pequeño porcentaje de sus últimos fichajes proceden del Popular y han defendido, además, que nunca han ido a buscar a nadie sino que han sido los empleados los que se han ofrecido. De hecho, Arias destaca que tiene miles de currículum de empleados de otras entidades que están interesados en pasarse a la plantilla del Pastor y exigió que quedara zanjada "de una vez por todas esta polémica". Los responsables del Pastor explican que necesitan incorporar a nuevo personal en el grupo para hacer frente al plan de expansión en el que están incursos.
En la vigésimo séptima edición del Repertorio de temas del Popular se incluyen también narraciones sobre hechos "desagradables" para el banco, como atracos, hurtos, actuaciones desleales o impropias por parte de empleados y reclamaciones de clientes, aunque el Popular también se hace eco de acontecimientos positivos, como los premios recibidos o las cartas de elogio de usuarios. El banco informa además de que concedió préstamos a los tres principales partidos políticos españoles -PP, PSOE e IU- para las elecciones autonómicas de 2003 y las madrileñas de octubre, en tanto que Esquerra Republicana de Catalunya y el PP recibieron financiación para las elecciones en Cataluña del pasado noviembre.
La entidad que presiden los hermanos Valls-Taberner, la única que publica este tipo de documentos, defiende el Repertorio de temas como una herramienta enmarcada dentro de la "política de transparencia adoptada desde 1976", que permite a los accionistas conocer las "luces y sombras y los éxitos o fracasos" del banco.