L D (EFE) "Si podemos ayudar, lo haremos. En principio no tenemos ningún problema", señaló Pahad, quien subrayó, sin embargo, que una decisión final tendrá que estar basada en una "petición oficial" y adoptada por todo el gabinete.
Pahad recalcó asimismo que tal decisión será tomada sólo tras considerar las posturas de varias partes, incluyendo la de la organización regional caribeña Caricom.
El viceministro sudafricano admitió que "pueden haberse llevado a cabo conversaciones 'informales' sobre la posibilidad de otorgar asilo a Aristide" en Sudáfrica, ya que los cancilleres de distintos países estuvieron en contacto para discutir la situación de Haití. "Si ahora están discutiendo específicamente el viaje de Aristide a Sudáfrica, no lo sé, no estoy participando" en esas supuestas conversaciones.
Pahad rechazó asimismo otras afirmaciones de que Sudáfrica retiró la autorización para que Aristide viajara al país cuando éste ya volaba hacia allí, lo que habría obligado al ex mandatario haitiano a dirigirse a Bangui. "Categóricamente niego que hayamos dado marcha atrás cuando (Aristide) estaba a medio camino ¿por qué habríamos de hacer algo así?", afirmó Pahad, quien reiteró los "buenos deseos de Sudáfrica para encontrar una solución pacífica y duradera a los problemas de Haití".
Aristide renunció el domingo y se trasladó a la República Centroafricana tras semanas de revueltas contra su régimen, al que la oposición acusa de violar los derechos humanos de los haitianos. Respecto de los sectores que se rebelaron contra Aristide, Pahad dijo que "Sudáfrica no cree que quienes se alzaron en armas y que han sido descritos por Amnistía Internacional y la misma Caricom como 'criminales' tengan la capacidad de llevar soluciones políticas de transición a Haití".
"Confiamos en que la comunidad internacional no permitirá que esos elementos, que tienen antecedentes de violadores de los derechos humanos, tomen parte de ninguna manera en la transición haitiana", dijo el vicecanciller sudafricano. Sudáfrica tiene un interés especial en que Haití, la primera república negra del mundo, tenga éxito, afirmó Pahad, que describió al país caribeño como "un ejemplo de lo que puede salir mal y lo que debe hacerse para solucionarlo".
Las autoridades de Pretoria anunciaron el pasado enero que firmarían próximamente acuerdos de cooperación con Haití, incluyendo el entrenamiento de la policía haitiana por parte de su homóloga sudafricana, y destinaron 1,5 millones de dólares para ayudar al régimen de Aristide a celebrar el bicentenario de la creación de su país.
Pahad recalcó asimismo que tal decisión será tomada sólo tras considerar las posturas de varias partes, incluyendo la de la organización regional caribeña Caricom.
El viceministro sudafricano admitió que "pueden haberse llevado a cabo conversaciones 'informales' sobre la posibilidad de otorgar asilo a Aristide" en Sudáfrica, ya que los cancilleres de distintos países estuvieron en contacto para discutir la situación de Haití. "Si ahora están discutiendo específicamente el viaje de Aristide a Sudáfrica, no lo sé, no estoy participando" en esas supuestas conversaciones.
Pahad rechazó asimismo otras afirmaciones de que Sudáfrica retiró la autorización para que Aristide viajara al país cuando éste ya volaba hacia allí, lo que habría obligado al ex mandatario haitiano a dirigirse a Bangui. "Categóricamente niego que hayamos dado marcha atrás cuando (Aristide) estaba a medio camino ¿por qué habríamos de hacer algo así?", afirmó Pahad, quien reiteró los "buenos deseos de Sudáfrica para encontrar una solución pacífica y duradera a los problemas de Haití".
Aristide renunció el domingo y se trasladó a la República Centroafricana tras semanas de revueltas contra su régimen, al que la oposición acusa de violar los derechos humanos de los haitianos. Respecto de los sectores que se rebelaron contra Aristide, Pahad dijo que "Sudáfrica no cree que quienes se alzaron en armas y que han sido descritos por Amnistía Internacional y la misma Caricom como 'criminales' tengan la capacidad de llevar soluciones políticas de transición a Haití".
"Confiamos en que la comunidad internacional no permitirá que esos elementos, que tienen antecedentes de violadores de los derechos humanos, tomen parte de ninguna manera en la transición haitiana", dijo el vicecanciller sudafricano. Sudáfrica tiene un interés especial en que Haití, la primera república negra del mundo, tenga éxito, afirmó Pahad, que describió al país caribeño como "un ejemplo de lo que puede salir mal y lo que debe hacerse para solucionarlo".
Las autoridades de Pretoria anunciaron el pasado enero que firmarían próximamente acuerdos de cooperación con Haití, incluyendo el entrenamiento de la policía haitiana por parte de su homóloga sudafricana, y destinaron 1,5 millones de dólares para ayudar al régimen de Aristide a celebrar el bicentenario de la creación de su país.