L D (Agencias) Desde hace más de un mes, las fuerzas de la Coalición en Irak vienen diciendo que el cabecilla de Al-Qaeda en la región tiene la intención de provocar una guerra civil entre chiíes y suníes a fin de impedir que la democracia llegue a este país.
Esas declaraciones de los estadounidenses y británicos, avaladas por un documento interceptado a un miembro de Al-Qaeda que viajaba de Irak a Afganistán, han servido al líder de los terroristas chiíes de Hezbolá para hablar contra Al-Qaeda, aunque sin mencionarla por su nombre.
"Lo que sucede es muy peligroso y pone al pueblo frente a un gran desafío, porque el objetivo de quienes hicieron los atentados en Karbala y Bagdad es que haya una guerra entre musulmanes", dijo Nasrala en Beirut (Líbano) durante la conmemoración de la fiesta de la "Achura", que marca la muerte del Imam Husein, nieto del profeta Mahoma, y es la fiesta más importante para los chiíes.
"Se les dirá a los chiíes que son los suníes quienes lo hicieron para que la emoción sea grande y caigan en la trampa", agregó Nasrala ante decenas de miles de sus partidarios que se habían reunido en los suburbios del sur de Beirut. El líder de Hezbolá advirtió también de que los mismos que perpetraron los atentados en Karbala y Bagdad pueden cometer otros contra los suníes para que se culpe a los chíies, como ha pasado en otras ocasiones.
"Un conflicto entre musulmanes causa peligro a la Intifada palestina y a la resistencia en el Líbano y, por ende, todos perdemos", advirtió, para señalar que los que cometen los atentados en Irak "quieren destruir la nación y la dignidad de los árabes, así como la religión musulmana". Nasrala añadió que los autores de estos atentados podrían ser "fanáticos que viven en la Edad Media y que pretenden ser musulmanes aunque no tengan religión" al igual que los talibanes en Afganistán, cuyo "único objetivo es matar gente".