LD (EFE) Según informaron fuentes jurídicas, el juez dejó en libertad en relación con esta causa a Mikel Soto, Jorge Chocarro y Aurken Sola, excarcelados la pasada semana por orden del juez Guillermo Ruiz Polanco en el sumario en el que investiga su supuesta pertenencia a "grupo Urbasa" de ETA.
Garzón, no obstante, decidió mantener en prisión a otra presunta miembro del citado comando, Ainhara Gorostiaga, a la espera del resultado de una serie de diligencias, ya que en su declaración ante la Guardia Civil cuando fue detenida en febrero de 2002 implicó a sus presuntos compañeros de comando en el asesinato del concejal de UPN en el Ayuntamiento navarro de Leiza.
En su comparecencia ante Garzón, los cuatro negaron cualquier relación con el asesinato de Múgica y, ante la insuficiencia de pruebas que pudieran corroborar la declaración prestada por Gorostiaga, quien además tiene pendiente de resolver una denuncia que interpuso contra la Guardia Civil por un presunto delito de torturas sufridas tras su arresto, el fiscal Pedro Rubira se abstuvo de pedir medidas cautelares para los tres presuntos etarras que se encuentran en libertad.
Gorostiaga, en su declaración, que nunca ha ratificado en sede judicial, aseguraba haber formado parte del "Urbasa" junto a su novio Mikel Soto, presunto responsable del grupo. Sin embargo, y siempre según esta declaración, ella decidió desvincularse poco después del comando, pero, al compartir piso con Soto, pudo escuchar cómo él y otros presuntos integrantes del mismo planearon el asesinato del concejal, quien falleció el 14 de julio de 2001 al hacer explosión la bomba-lapa que los terroristas adosaron a los bajos de su coche.