Crónica del Montepaschi de Siena 68 - Barcelona 73
Bodiroga, aquejado por problemas gástricos horas antes de saltar a la pista, ha liderado la victoria con la que el Barcelona ha debutado en la segunda fase de la Euroliga. Los barcelonistas eran conscientes de que su grupo es el más difícil y de que los triunfos como visitantes cotizan muy alto, porque poco antes el Benetton, al que se apunta como principal rival de los azulgrana, había caído en la pista del Panathinaikos. Bajo esas premisas, los jugadores de Svetislav Pesic anotaron la primera canasta del partido y ya se mantuvieron por delante sin problemas hasta el descanso, gracias en un primer momento a que su rival estuvo sin anotar durante seis minutos. Con 0-5, Carlo Recalcati solicitó un tiempo muerto, pero llegó a verse hasta 0-7 hasta que llegó esa primera canasta que, sin embargo, sólo sirvió para acercarse a los dígitos del Barcelona.
La clave de ese extraño marcador era que al Montepaschi de Siena no le entraba nada desde el perímetro hasta que David Vanterpool y Vrbica Stefanov anotaron sendos triples para dejar las diferencias en sólo tres puntos (10-13) al término del primer cuarto. Las cosas variaron poco en el segundo periodo, en el que ambos técnicos emplearon todo tipo de sistemas y recursos tácticos sin más éxito en ambos casos que el de aumentar el acierto ofensivo. Navarro y Bodiroga fueron los principales responsables de anotar por el Barcelona, mientras que Chiacig aguantaba a su equipo, aunque sin evitar dos máximas de ocho puntos para el conjunto de Svetislav Pesic, la última a un minuto del descanso (21-27 y 29-37), hasta acabar en un 32-39 que, sin ser decisivo, allanaba el camino a los azulgrana en la segunda parte. En la reanudación, los barcelonistas siguieron imponiendo su ley hasta situar su ventaja en once puntos (37-48, min.24), pero de inmediato se dio paso a un parcial de 7-0 del Montepaschi, que redujo las diferencias a sólo cuatro puntos (44-48). Los jugadores de Pesic estaban bloqueados en ataque hasta el punto de que Navarro falló dos tiros libres, pero corrigió de inmediato con un triple al que respondió Dusan Vukcevic para situar un 47-51 en el marcador a la conclusión del tercer periodo.
El Montepaschi salió en el último cuarto decidido a cambiar la dinámica que había tenido el partido hasta ese momento y, en cuatro minutos, se puso por primera vez por delante (56-55). Esa circunstancia suele dejar fuera del encuentro a cualquier equipo, pero el Barcelona cuenta para esos momentos con un jugador como Dejan Bodiroga, capaz de asumir toda la responsabilidad ofensiva y anotar mientras contempla como al rival le tiembla el pulso cuando es el que tiene que atacar. Un primer parcial de 0-5 sirvió para situar las diferencias en cuatro puntos (58-62), pero después llegaron a seis (62-66), instantes después de que Bodiroga casi se lesionase tras una falta de su marcador de la que no salió muy bien parado. El serbio pudo contar entonces con el respaldo de Navarro, quien a cincuenta segundos del final anotó un triple (64-71) del que el Montepaschi ya no pudo recuperarse. Con 68-73 y a dos segundos de la conclusión, Svetislav Pesic solicitó un tiempo muerto para sacar provecho de la última posesión con vistas a la posible trascendencia de la diferencia de puntos en la suerte del grupo, pero el público silbó su acción cuando ya había entregado la victoria al vigente campeón.
La clave de ese extraño marcador era que al Montepaschi de Siena no le entraba nada desde el perímetro hasta que David Vanterpool y Vrbica Stefanov anotaron sendos triples para dejar las diferencias en sólo tres puntos (10-13) al término del primer cuarto. Las cosas variaron poco en el segundo periodo, en el que ambos técnicos emplearon todo tipo de sistemas y recursos tácticos sin más éxito en ambos casos que el de aumentar el acierto ofensivo. Navarro y Bodiroga fueron los principales responsables de anotar por el Barcelona, mientras que Chiacig aguantaba a su equipo, aunque sin evitar dos máximas de ocho puntos para el conjunto de Svetislav Pesic, la última a un minuto del descanso (21-27 y 29-37), hasta acabar en un 32-39 que, sin ser decisivo, allanaba el camino a los azulgrana en la segunda parte. En la reanudación, los barcelonistas siguieron imponiendo su ley hasta situar su ventaja en once puntos (37-48, min.24), pero de inmediato se dio paso a un parcial de 7-0 del Montepaschi, que redujo las diferencias a sólo cuatro puntos (44-48). Los jugadores de Pesic estaban bloqueados en ataque hasta el punto de que Navarro falló dos tiros libres, pero corrigió de inmediato con un triple al que respondió Dusan Vukcevic para situar un 47-51 en el marcador a la conclusión del tercer periodo.
El Montepaschi salió en el último cuarto decidido a cambiar la dinámica que había tenido el partido hasta ese momento y, en cuatro minutos, se puso por primera vez por delante (56-55). Esa circunstancia suele dejar fuera del encuentro a cualquier equipo, pero el Barcelona cuenta para esos momentos con un jugador como Dejan Bodiroga, capaz de asumir toda la responsabilidad ofensiva y anotar mientras contempla como al rival le tiembla el pulso cuando es el que tiene que atacar. Un primer parcial de 0-5 sirvió para situar las diferencias en cuatro puntos (58-62), pero después llegaron a seis (62-66), instantes después de que Bodiroga casi se lesionase tras una falta de su marcador de la que no salió muy bien parado. El serbio pudo contar entonces con el respaldo de Navarro, quien a cincuenta segundos del final anotó un triple (64-71) del que el Montepaschi ya no pudo recuperarse. Con 68-73 y a dos segundos de la conclusión, Svetislav Pesic solicitó un tiempo muerto para sacar provecho de la última posesión con vistas a la posible trascendencia de la diferencia de puntos en la suerte del grupo, pero el público silbó su acción cuando ya había entregado la victoria al vigente campeón.Crónica del Cibona de Zagreb 72 - Tau Cerámica 78
El Tau Cerámica, gracias a un triple oportuno de Arvydas Macijauskas, ha conseguido su primera victoria en el top-16 de la Euroliga y de paso ha roto el maleficio que perseguía a todos los equipos extranjeros durante la actual campaña en la pista de la Cibona de Zagreb. El equipo croata tuvo un pésimo comienzo de partido, ya que a los hombres de Drazen Avdalovic les costó la friolera de seis minutos anotar sus primeros puntos, mientras que el conjunto baskonista se aprovechó de ello para escaparse en el electrónico (0-7, m. 6). El parcial de los vitorianos se fue hasta el 0-9 poco después con una canasta de Macijauskas, lo que provocó el primer tiempo muerto del técnico de los locales que, unos segundos más tarde, anotaron su primera canasta en juego por medio del veterano Slaven Rimac (2-9), para llegarse al final del primer cuarto con una renta de cinco puntos para los de Vitoria (8-13).
En el segundo cuarto, el Tau se escaparía hasta un 14-23 (m. 14), pero en apenas dos minutos los croatas fueron acortando poco a poco la diferencia (21-25, m. 16), tras una canasta de Marijan Mance, ante el bajón defensivo del equipo de Ivanovic, junto con las flojas prestaciones en ataque de hombres claves como Macijauskas y Nocioni. El partido se complicó para los de Vitoria cuando la Cibona empató un minuto más tarde (25-25, m. 17) tras una canasta del base Davor Kus, aunque el Tau se centró nuevamente en defensa y, con un buen segundo cuarto de Kornel David, endosó un parcial de 3-9 a los locales en los dos minutos finales hasta el intermedio (28-34). El rebote ofensivo fue la gran asignatura pendiente del Tau en el tercer cuarto, que fue muy mal jugado por los hombres de Dusko Ivanovic que, al término del m. 30, ya caía por un minino parcial de 53-52.
En el último cuarto siguió la paridad en el marcador, ya que en el minuto 33 se registraba un 56-56 que presagiaba un resultado muy apretado para cualquiera de ambos equipos al final, colmo así sucedió. El gran trabajo ofensivo de Zizic, junto con la ayuda del ex-jugador del DKV Joventut, Slaven Rimac, permitió a la Cibona seguir metido en el partido (56-56, m. 33), hasta que se entró en el último minuto con continuas alternativas para unos y otros (70-71, m. 39). Finalmente, un triple valiosísimo de Macijauskas determinó el triunfo del Tau Cerámica, lo que supone seguir con opciones de llegar a la Final Four de Tel-Aviv pese a no haberse jugado bien en Zagreb, aunque eso es secundario a estas alturas de la competición.
En el segundo cuarto, el Tau se escaparía hasta un 14-23 (m. 14), pero en apenas dos minutos los croatas fueron acortando poco a poco la diferencia (21-25, m. 16), tras una canasta de Marijan Mance, ante el bajón defensivo del equipo de Ivanovic, junto con las flojas prestaciones en ataque de hombres claves como Macijauskas y Nocioni. El partido se complicó para los de Vitoria cuando la Cibona empató un minuto más tarde (25-25, m. 17) tras una canasta del base Davor Kus, aunque el Tau se centró nuevamente en defensa y, con un buen segundo cuarto de Kornel David, endosó un parcial de 3-9 a los locales en los dos minutos finales hasta el intermedio (28-34). El rebote ofensivo fue la gran asignatura pendiente del Tau en el tercer cuarto, que fue muy mal jugado por los hombres de Dusko Ivanovic que, al término del m. 30, ya caía por un minino parcial de 53-52.
En el último cuarto siguió la paridad en el marcador, ya que en el minuto 33 se registraba un 56-56 que presagiaba un resultado muy apretado para cualquiera de ambos equipos al final, colmo así sucedió. El gran trabajo ofensivo de Zizic, junto con la ayuda del ex-jugador del DKV Joventut, Slaven Rimac, permitió a la Cibona seguir metido en el partido (56-56, m. 33), hasta que se entró en el último minuto con continuas alternativas para unos y otros (70-71, m. 39). Finalmente, un triple valiosísimo de Macijauskas determinó el triunfo del Tau Cerámica, lo que supone seguir con opciones de llegar a la Final Four de Tel-Aviv pese a no haberse jugado bien en Zagreb, aunque eso es secundario a estas alturas de la competición.Crónica del Pamesa Valencia 74 - Maccabi de Tel Aviv 89
En los peores momentos, los triples sostuvieron al Pamesa. Primero los de Antoine Rigaudeau y Alejandro Montecchia, después los de Robert Pack. En sus primeros minutos en la Fonteta , el base estadounidense cambió la cara del equipo valenciano. Con su rapidez desarboló al Maccabi, con su seguridad tranquilizó a sus compañeros, con su valentía encendió a la afición y con sus puntos, y los del entregado Federico Kammerichs, permitió al Pamesa meter el miedo en el cuerpo al conjunto israelí. Sólo el recital de Parker evitó que llegara con ventaja al descanso (40-43, m.20). El intermedio renovó las fuerzas del Pamesa, que salió en tromba en el tercer cuarto. El despertar anotador de Dejan Tomasevic supuso un nuevo quebradero de cabeza para el Maccabi, que con Maceo Baston en el banquillo con cuatro faltas, entregó sus opciones de victoria a la puntería de Parker y Jasikevicius. Que es mucha.
El conjunto de Tel Aviv aprovechó los minutos de descanso que tuvo Pack para rehacerse con el timón del encuentro. Junto al acierto de sus tiradores, a los que se unió Sharp, buena parte de culpa de la reacción visitante la tuvo la entrada en pista del larguísimo Sundov, que acentuó el dominio del rebote del Maccabi (61-70, m.33). De nada sirvió el regreso de Pack a la pista. El descanso, lejos de beneficiarle nubló sus ideas y multiplicó su individualismo, dos circunstancias que acentuaron el desconcierto local. En un abrir y cerrar de ojos, el Pamesa vio cómo el partido se le escapaba. Sin más estridencias que las espectaculares canastas de Parker, el Maccabi ha puesto la primera piedra en su camino hacia la Final Four , un destino que se le ha puesto muy cuesta arriba a los valencianos.