L D (EFE) Los números de Bennett revelaban la terrible defensa a la que había sido sometido: 0/5 de dos, 0/5 de tres y 2/2 en tiros libres. Pero el estadounidense apareció para decidir. Convirtió el triple que hirió sin remedio al Varese, que hasta ahora no sabía lo que era perder un compromiso continental en su pista.
Una vez apuntillado el equipo de Giulio Capeo, que encajó la bomba de Bennett nada más enchufar otro triple por medio de Paolo Conti y situarse a un punto, Alberto Herreros siguió al americano con un tiro libre y, el mismo Bennett, cerró las cuentas con otros dos lanzamientos más desde la línea de personal. El Madrid estaba en semifinales. La confrontación en el mítico Palaignis, comentada para la televisión por el legendario Dino Meneghin, que no pudo ver a su hijo Andrea en acción por una lesión de rodilla, repitió uno detrás de otro los mismos síntomas que tuvo el encuentro de vuelta: dos equipos históricos, cargados de presión por la responsabilidad y, sobre todo, con escaso acierto ofensivo.
El 12-11 del primer cuarto y el 17-16 del segundo reflejan la mala puntería que los dos equipos mostraron hasta el descanso. De hecho, Bennett, objetivo prioritario de la defensa transalpina apenas pudo ni siquiera lanzar, aunque cuando lo hizo fue para sentenciar. El norteamericano sólo pudo lanzar cinco tiros en los primeros veinte minutos y, además, sin anotar ninguno. El Varese, como ya sucedió la semana pasada en Madrid, tampoco podía presumir de sus números. En cualquier caso, los italianos aprovecharon el aliento de su público para cargar con dos faltas al germano-croata Mario Stojic, a Alex Mumbrú y al griego Antonis Fotsis a la velocidad del rayo. Los puntos de Daniel Farabello y de Francesco Vescovi dieron la delantera al Varese que, tras seis tantos consecutivos, colocó la mayor diferencia de la tarde a los quince minutos (25-16). El Real Madrid, sin embargo, supo reaccionar.
Julio César Lamas puso a Roberto Núñez junto a Bennett, situó a los suyos en zona y el Madrid consiguió un parcial de 4-11 que dejó el marcador en un apretado 29-27 en el intermedio. Farabello reapareció para cortar la inspirada salida de los blancos en el tercer cuarto. El alero neutralizó el 0-5 acumulado por Stojic y Fotsis en dos posesiones y lanzó al Metis Varese hacia un nuevo intento de escapada frustrado con un triple de Herreros y un nuevo zarpazo de Fotsis que equilibraron el tanteador (38-38 m.27). El griego no paró ahí. En el siguiente ataque acertó desde el arco de 6,25 y puso al Madrid en ventaja en medio de un ambiente eléctrico para que Mumbrú y Pat Burke aprovechasen unos momentos vitales para la formación madrileña, que completó una serie de 0-8 en un minuto mágico (38-46 m.28).
La sombra de la primera victoria visitante de la temporada europea en el Palaignis y, con ella, de la eliminación local, empezaba a planear sobre la cabeza del equipo italiano. Después de que el último cuarto consumiera los tres primeros minutos en blanco, aún más. Los ocho puntos de renta almacenados por el conjunto español seguían intactos a cuatro minutos de la bocina (44-52), pero el Varese echó el resto y se situó encima (55-56). Entonces surgió Bennett, resolvió el partido y la eliminatoria y, además, mete al Real Madrid en semifinales de la Copa ULEB.
Una vez apuntillado el equipo de Giulio Capeo, que encajó la bomba de Bennett nada más enchufar otro triple por medio de Paolo Conti y situarse a un punto, Alberto Herreros siguió al americano con un tiro libre y, el mismo Bennett, cerró las cuentas con otros dos lanzamientos más desde la línea de personal. El Madrid estaba en semifinales. La confrontación en el mítico Palaignis, comentada para la televisión por el legendario Dino Meneghin, que no pudo ver a su hijo Andrea en acción por una lesión de rodilla, repitió uno detrás de otro los mismos síntomas que tuvo el encuentro de vuelta: dos equipos históricos, cargados de presión por la responsabilidad y, sobre todo, con escaso acierto ofensivo.
El 12-11 del primer cuarto y el 17-16 del segundo reflejan la mala puntería que los dos equipos mostraron hasta el descanso. De hecho, Bennett, objetivo prioritario de la defensa transalpina apenas pudo ni siquiera lanzar, aunque cuando lo hizo fue para sentenciar. El norteamericano sólo pudo lanzar cinco tiros en los primeros veinte minutos y, además, sin anotar ninguno. El Varese, como ya sucedió la semana pasada en Madrid, tampoco podía presumir de sus números. En cualquier caso, los italianos aprovecharon el aliento de su público para cargar con dos faltas al germano-croata Mario Stojic, a Alex Mumbrú y al griego Antonis Fotsis a la velocidad del rayo. Los puntos de Daniel Farabello y de Francesco Vescovi dieron la delantera al Varese que, tras seis tantos consecutivos, colocó la mayor diferencia de la tarde a los quince minutos (25-16). El Real Madrid, sin embargo, supo reaccionar.
Julio César Lamas puso a Roberto Núñez junto a Bennett, situó a los suyos en zona y el Madrid consiguió un parcial de 4-11 que dejó el marcador en un apretado 29-27 en el intermedio. Farabello reapareció para cortar la inspirada salida de los blancos en el tercer cuarto. El alero neutralizó el 0-5 acumulado por Stojic y Fotsis en dos posesiones y lanzó al Metis Varese hacia un nuevo intento de escapada frustrado con un triple de Herreros y un nuevo zarpazo de Fotsis que equilibraron el tanteador (38-38 m.27). El griego no paró ahí. En el siguiente ataque acertó desde el arco de 6,25 y puso al Madrid en ventaja en medio de un ambiente eléctrico para que Mumbrú y Pat Burke aprovechasen unos momentos vitales para la formación madrileña, que completó una serie de 0-8 en un minuto mágico (38-46 m.28).
La sombra de la primera victoria visitante de la temporada europea en el Palaignis y, con ella, de la eliminación local, empezaba a planear sobre la cabeza del equipo italiano. Después de que el último cuarto consumiera los tres primeros minutos en blanco, aún más. Los ocho puntos de renta almacenados por el conjunto español seguían intactos a cuatro minutos de la bocina (44-52), pero el Varese echó el resto y se situó encima (55-56). Entonces surgió Bennett, resolvió el partido y la eliminatoria y, además, mete al Real Madrid en semifinales de la Copa ULEB.