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Salva: "A mí qué cojones me importan las banderas a media asta si me han quitado a mi hija"

El delantero del Málaga Salva Ballesta no tiene pelos en la lengua a la hora de condenar los atentados en Madrid que han dejado al menos 186 muertos y más de un millar de heridos, y dice que "hay que dar 72 horas a los que hay que dárselas y verás cómo acaban rápido con esto". El ariete aragonés, que es hijo de militar, califica a los etarras de "hijos de puta" y "cabrones" y pide "dejarse de pancartitas y de hostias".

L D (Agencias) "Lo que nosotros, lo que la sociedad española quiere, es agarrase a la leyes porque si actúas de la manera en que hay que actuar contra estos hijos de puta dicen que atentas contra la humanidad, pero yo lo tengo claro, y tengo dos cojones para estar aquí y decirlo", dice Salva.
 
Para el jugador , las muestras de pésame y las señales de duelo no sirven para nada, y mucho menos para las personas que han perdido a seres queridos: "Vamos a dejarnos de historias y de los tontitos de turno que dan los pésames porque a quien ha perdido a sus seres queridos, ¿quién se los devuelve?... se me pone la piel de gallina, se han destrozado vidas, ilusiones, padres que han visto salir a sus hijos con los libros y no los van a volver a ver".
 
"Vamos a dejarnos de pancartitas, y de hostias y de mierdas. Sé que yo tengo muy poca fuerza, pero no me voy a callar contra estos cabrones que son cobardes y escoria de la humanidad y con ellos hay que acabar y la única manera es acabando con la escoria de la humanidad", añade el jugador del Málaga, que no cree que vayan a servir para nada las lamentaciones.
 
Además, Salva cree que, como ha ocurrido en otras ocasiones, aunque los atentados no hayan sido de esta magnitud, en poco tiempo habrá pasado todo al olvido menos para los afectados. "Esto es una puta mierda, esto siempre es igual, pasan cosas, desgracias... y en dos días se olvida todo, menos para las familias que lo han perdido", lamenta. "Mañana los periódicos llenos de historias..., pero dadles 72 horas a los que hay que dárselas y verás cómo con esto acaban rápido. Que se olviden del luto, brazaletes, pésames y mierdas, hablar no vale para nada", añadió.
 
Finalmente, recalca que a las familias que se han destrozado de poco les van a servir las condolencias de las instituciones. "A mí qué cojones me importa que la bandera esté a media asta si me han quitado a mi hija. ¿Qué la bandera está a la mitad por protocolo?, pues que se lo metan por los cojones, qué no hombre que no, que lo más rápido entre dos puntos es la recta, al que le siente mal que se tape lo oídos o mejor que los abra... Días de luto, ¿para qué? Eso son lágrimas de cocodrilo", sentencia.

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