L D (Agencias) Cuatro iraquíes han muerto en la mañana de este jueves en el atentado que se ha perpetrado frente al hotel Merbad, en la ciudad de Basora. Según un portavoz militar británico, no se ha podido determinar la causa de la explosión; algunos testigos dicen que fue un coche bomba, aunque los militares apuntan que pudiera tratarse de un artefacto colocado en la acera, frente al establecimiento hotelero.
En una conferencia de prensa celebrada en Bagdad, el general Mark Kimmitt, portavoz de las fuerzas de multinacionales presentes en Irak, insistió en que aún no se disponía de datos sobre el origen o la intención del atentado.
En una conferencia de prensa celebrada en Bagdad, el general Mark Kimmitt, portavoz de las fuerzas de multinacionales presentes en Irak, insistió en que aún no se disponía de datos sobre el origen o la intención del atentado.
Los militares británicos y las autoridades civiles de Basora suelen utilizar el Merbad para dar conferencias de prensa. El hotel también era frecuentado por extranjeros, y estaba considerado uno de los más seguros de la ciudad.
Por otro lado, un grupo de terroristas abrieron fuego contra un autobús que transportaba a varios empleados iraquíes de la televisión local de Baquba, sufragada con dinero estadounidense. Tres hombres resultaron muertos en el acto, y al menos otros cinco sufrieron heridas de diversa consideración, explicaron fuentes militares.
Los terroristas han atacado con frecuencia a los civiles iraquíes que trabajan con las fuerzas de ocupación, por considerarlos colaboracionistas.
En un comunicado hecho público en la tarde de este jueves, el administrador civil norteamericano en Irak, Paul Bremer, ha dicho que "no hay ninguna duda de que los terroristas están haciendo todo lo posible para detener el avance de Irak hacia la democracia".
"Esta última atrocidad se suma a los otros ataques terroristas contra civiles inocentes por todo Irak, así como a los atentados terroristas de Madrid de la semana pasada", afirmó Bremer.
Las fuerzas de seguridad, tanto militares estadounidenses como de la policía iraquí, se encuentran en estado de máxima alerta en previsión de una escalada terrorista, en estos días que preceden al primer aniversario de la invasión de Irak.
El sábado día 20 se cumple un año de los bombardeos que marcaron el inicio de la campaña militar dirigida por Estados Unidos, y que concluyó el 9 de abril con la toma de Bagdad y la caída del régimen dictatorial de Sadam Husein.