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Finaliza el dispositivo de emergencia de atención psicológica a las víctimas del 11-M

El dispositivo de emergencia coordinado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid desde el día 11 de marzo finalizó este lunes y la atención psicológica a los afectados por los atentados pasa a proporcionarse a través de los centros de atención primaria y de salud mental.

L D (EFE) En un comunicado, el Colegio agradece el trabajo de los 1.400 psicólogos voluntarios "activados" desde la mañana del 11-M, que han realizado más de 5.000 asistencias directas, 13.540 atenciones telefónicas y 183 visitas domiciliarias.

A pesar de que ahora se coordinará la asistencia a través de un plan especial de salud mental diseñado por la Consejería de Sanidad y el Ayuntamiento de Madrid, el Colegio asegura que "continuará velando para que las víctimas sean atendidas de forma inmediata y con la mayor eficacia posible". El dispositivo de emergencia fue creado a las 9 de la mañana del mismo 11 de marzo y estuvo coordinado por 17 personas que centralizaron todas las demandas de asistencia psicológica en los lugares en los que se necesitaba, como IFEMA, tanatorios, hospitales, cementerios, comisarías, hoteles, SUMMA y los mismos domicilios.
 
Por otra parte, algunos de psicólogos consideran que el sistema de megafonía empleado en el IFEMA para comunicar a los familiares que habían identificado un cadáver "no fue muy adecuado". Las personas que buscaban a un ser querido y que acudían a IFEMA para saber si su pariente había muerto eran distribuidas en salas en función de la primera letra del apellido de la víctima y allí esperaban noticias.
 
Escenas muy duras

Cuando se identificaba un cadáver, trabajadores de los servicios sanitarios entraban en la sala y utilizaban un altavoz portátil para llamar a los familiares por su nombre."Las primeras veces, la gente pensaba que les llamaban para cualquier cosa y se dirigían a la puerta tranquilamente, pero según pasaban las horas los allí reunidos iban entendiendo que oír su nombre significaba perder toda esperanza, y hacia las seis de la madrugada se vivieron escenas muy duras", ha explicado este lunes la psicóloga Gemma Alsina.

Alsina acudió a Madrid con el Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencias de la Cruz Roja y estuvo en IFEMA el primer día y en el tanatorio de la Zona Sur de Madrid durante dos días más. En su opinión, el tanatorio improvisado en IFEMA "hizo su función y consiguió reducir la sensación de caos que tenían los afectados", pero considera que "es necesario hacer un análisis para mejorar los protocolos y evitar que se repitan errores".

En una mesa redonda en la Facultad de Psicología Blanquerna, Alsina ha recordado que en anteriores catástrofes se optó por hacer pública una lista de fallecidos y el impacto psicológico sobre los familiares fue mucho peor. "En esta ocasión, hacer una lista hubiera sido catastrófico. Afortunadamente se optó por informar individualmente a las familias, pero hubiera sido preferible localizarlas por otros medios, puesto que cada familia tenía asignado un psicólogo y había otras maneras de llamarles", ha añadido.

Las imágenes de la castátrofe
 
El doctor en Psicología Víctor Cabré ha añadido que el uso que hicieron los medios de comunicación de las imágenes de la catástrofe y su interés por recoger el testimonio de las víctimas y sus familiares "no fue muy adecuado". Cabré considera que "no es justificable que los afectados tengan alrededor tantas cámaras y tantos periodistas", como "tampoco beneficia a nadie que los políticos visiten los hospitales y los tanatorios rodeados por una nube de fotógrafos".
El doctor en psicología Josep A. Castillo ha añadido que ya se están dando casos de personas que no sufrieron directamente el atentado y que están desarrollando transtornos, como por ejemplo miedo a coger el tren.

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