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El Real Madrid golpea primero al Estudiantes en el derbi de la Copa ULEB (75-83)

Antonio Bueno, con 27 puntos, ha sido el artífice de la victoria del Real Madrid sobre el Adecco Estudiantes, en partido de ida de semifinales de la Copa ULEB. Los madridistas acarician el pase a la final, aunque en el encuentro de vuelta, la próxima semana en el Raimundo Saporta, todo puede ocurrir y más tratándose de un derbi ante los colegiales. En la otra semifinal, el Zeleznik se ha impuesto por la mínima al Hapoel Jerusalén (70-69).

L D (EFE) El tópico sobre la singularidad de los derbis como islas ajenas a la estadística y al momento de cada equipo ha adquirido rango de realidad absoluta en Vistalegre. El Madrid, que un par de días antes sufrió en su pista hasta el final, apareció en la cancha colegial completamente enchufado, como dueño y señor del choque, y la abandonó con la aureola de un bloque duro y ganador.

Los locales, dominadores en casa de su rival desde el salto inicial, perdieron el hilo de los acontecimientos ante un inesperado 0-7 (m.4) y, sobre todo, frente a la claridad de ideas del conjunto blanco, absolutamente equilibrado gracias a los puntos de su perímetro y la irrupción del irlandés Pat Burke en la zona para quebrar la defensa estudiantil por la mitad. Ni siquiera la madrugadora segunda falta del letón Kaspars Kambala (m.6) alteró la rectitud del Madrid, que acabó el primer cuarto con ocho puntos de ventaja (13-21). Lo que si acusó el bloque de La Castellana fue la marcha de Alberto Herreros al banco y la introducción de Lucas Victoriano en su puesto.

Sin Kambala y sin Herreros, el Estudiantes cogió sitio en la pintura y lanzó el contragolpe con tremenda facilidad hasta igualar el choque (25-25), pero Julio César Lamas supo reaccionar y aplicó lo que mandaba la lógica, que era colocar a Antonio Bueno por Kambala tras la tercera personal del pívot báltico y rectificar su idea inicial de jugar con Burke y el griego Antonis Fotsis. Bueno recuperó las alturas para el Real Madrid y, con un parcial de 0-9 al que también contribuyó Burke, autor de trece puntos entre el primer y el segundo cuartos, el marcador volvió a abrirse a favor del equipo madridista que, después de veinte minutos, tenía el choque donde más le convenía (36-45).

El partido reproducía lo vivido 48 horas antes en el Saporta, pero al revés, con los papeles de ambos equipos cambiados. La intensidad, sin embargo, permaneció invariable y, además, el Estudiantes introdujo un pequeño, aunque importante, cambió en el guión: reaccionar antes de lo que el Madrid hizo en su pista. Por eso, el tercer cuarto fue explosivo. Los colegiales buscaron el ritmo y la velocidad que les había faltado desde el principio para intentar recobrar opciones en la eliminatoria. El Madrid, pese al acoso sin cuartel de los azules, traducido en diferencias mínimas, también dio respuesta y la respuesta tenía un nombre: Antonio Bueno. El internacional español veía el aro como un barreño -cuatro de cuatro de dos y uno de uno en libres antes del intermedio- y, gracias a sus incursiones ofensivas, los blancos conservaban un cómodo colchón al final del tercer tramo ante la cada vez mayor presión que se cernía sobre los locales (60-66).

Pero al Estudiantes le gusta jugar en circunstancias adversas, así que volvió a la carga en medio de un ambiente precioso y de un partido excelente. Salía fuego del graderío y de la cancha, definitivamente incendiada a 3:51 de la bocina, con 70-75, cuando el técnico colegial, José Vicente Hernández, recibió su segunda técnica por reclamar un error del contador de posesión. Herreros, un ex del Ramiro, anotó los dos tiros libres de la técnica, cogió el rebote de la siguiente jugada y permitió que Bueno arrancase una falta a Hernán Jasen y, por medio de otro libre, colocase el marcador en 70-78. Olía a sentencia y el Madrid sentenció. Ahora tiene el pase a la final en su mano.
 
Corta ventaja del Zeleznik sobre el Hapoel
 
En el otro partido de ida de semifinales de la Copa ULEB, el Hapoel Jerusalén ha caído en su visita al Zeleznik serbio, pero ha sido una derrota dulce, por un solo punto (70-69). Este resultado permite al equipo israelí fortalecer su condición de favorito y afrontar el segundo asalto de la eliminatoria con muchas esperanzas de alcanzar la final.

Los israelíes dominaron con autoridad el primer cuarto, que concluyó con una clara ventaja visitante (14-23), pero el Zeleznik reaccionó en el segundo y equilibró la balanza. La igualdad marcó el guión del partido tras el descanso y el Hapoel, liderado por Solomon y Sheffer, contrarrestó el ímpetu de su rival y de la afición serbia. El Zeleznik, con Ffriend como estrella, se hizo con la victoria, pero con una renta demasiado corta.

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