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La violencia doméstica se cobra su décimo tercera víctima desde comienzos de año

Con la muerte de este sábado en la isla canaria de La Palma de una mujer de unos 59 años a manos de su esposo, quien le disparó un tiro de escopeta y después se suicidó, se eleva a trece el número de mujeres muertas a causa de la violencia doméstica en 2004.

L D (EFE) El 1 de enero de 2004 Pilar Crevillente, de 41 años, murió en su domicilio de Mallorca a causa de los tiros que disparó contra ella su ex compañero sentimental, quien se entregó poco después a la Guardia Civil. El agresor, quien ya había sido denunciado por amenazas, aunque la denuncia había sido posteriormente retirada, disparó también contra los dos hijos de la víctima, que resultaron heridos.

El 19 de enero, Matilde Águeda, de 82 años, murió apuñalada por su marido, Juan Gil Delgado, de 85 años, con el que se había casado hacía cinco días y con el que convivía en la residencia de mayores "Nuestra Señora de la Piedad", de Almendralejo (Badajoz).

La tercera víctima del año fue una mujer nigeriana de 33 años, que murió tras precipitarse al vacío desde el cuarto piso de una vivienda del barrio de Irala de Bilbao, después de haber sido agredida por su compañero sentimental, de la misma nacionalidad. La mujer ya había denunciado por malos tratos a su agresor en, al menos, cinco ocasiones anteriores, si bien después retiró las acusaciones.

El 4 de febrero, la policía halló en un descampado de Palma el cadáver de una mujer de 34 años, Isabel Ferrer, desaparecida desde hacía cuatro días, y que murió al recibir, al menos, un golpe con una piedra. Interpol dictó una orden internacional de búsqueda de su compañero sentimental, Hamir, al que la víctima ya había denunciado por malos tratos y que huyó precipitadamente de España en día de la desaparición de la víctima.

El 7 de febrero, Laura Navarro González, de 25 años, falleció en Córdoba tras ser apuñalada en la calle por su marido, de 27 años, con quien llevaba casada siete meses, y que después se precipitó al vacío desde un sexto piso.

Tres días después, Daniela Plugariu, súbdita rumana de 25 años, murió acuchillada en su domicilio de El Perelló (Tarragona). Posteriormente fue detenido un ciudadano rumano, quien, según informó la Guardia Civil, tan sólo mantenía una relación de amistad con la víctima, que estaba casada.

El 24 de febrero, una anciana de 79 años murió a consecuencia de las puñaladas que le asestó, con un cuchillo de cocina, su marido de 80 años, quien fue detenido minutos después en su vivienda de Sevilla.

En la localidad madrileña de Móstoles, el 27 de febrero, una mujer de 27 años murió degollada tras recibir varias puñaladas supuestamente asestadas por su marido, quien poco después se entregó a la Policía.

El 19 de marzo, el cadáver de una mujer marroquí de 24 años fue hallado con signos de estrangulamiento y heridas de arma blanca en Roquetas de Mar (Almería), y al día siguiente su compañero sentimental, de la misma nacionalidad, fue detenido en Tarragona.

También el 20 de marzo, una mujer de 23 años y su madre, de 46, fueron asesinadas en Fuentes de Ebro (Zaragoza) a manos, presuntamente, de un hombre que fue detenido ese mismo día.

La penúltima fallecida por violencia doméstica fue una mujer de unos 40 años, a quien su compañero sentimental presuntamente le asestó varias puñaladas en la localidad granadina de Guadix. El parricida, que cometió la agresión en la carretera que une Guadix con Purullena, fue detenido.

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