L D (EFE) La titular de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, afirmó que urge limpiar los cauces para que puedan cumplir su función, especialmente en el caso de que se produzcan nuevas precipitaciones.
A excepción del paseo marítimo de Rincón de la Victoria, que tuvo que romperse para facilitar la salida del agua hacia el mar y requerirá estudiar "el proyecto más adecuado a las condiciones hídricas y geográficas de la zona", el Ministerio señaló que en la costa mediterránea no se han producido daños importantes en infraestructuras costeras.
Las inundaciones en Rincón han llevado a las distintas administraciones a atribuirse la responsabilidad sobre los efectos del temporal, bien por el estado de los cauces, o la falta de control urbanístico. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS), Francisco Ortiz de la Torre, dijo que en zonas urbanas la competencia exclusiva en cauces y limpiezas de arroyos es de los organismos que tienen la función de la ordenación del territorio, la comunidad autónoma y el ayuntamiento.
El alcalde de Rincón, José Domínguez (PSOE), mostró su tristeza e indignación ante declaraciones del presidente de la CHS, y criticó que ni siquiera haya visitado el municipio tras el temporal. En Rincón, donde al menos un millar de familias y 700 vehículos se vieron afectados por las inundaciones, se intenta volver a la normalidad y la avenida del Mediterráneo, la principal vía de esta localidad, fue abierta hoy al tráfico de autobuses.
En los colegios, salvo los setecientos escolares del centro de primaria e infantil Profesor Tierno Galván, que entrará en funcionamiento normal tras la Semana Santa debido a los destrozos que ha sufrido en las inundaciones, los niños acuden ya a sus clases. En el resto de la provincia, el temporal ha puesto de manifiesto deficiencias en materia de infraestructura como el acceso al aeropuerto, al quedar cortada la antigua N-340 por la acumulación de agua, lo que originó un caos de tráfico.
Para evitar nuevas inundaciones en esta zona, el Ministerio de Fomento tramita una actuación de emergencia por importe de dos millones de euros mientras se ejecuta otra obra que reducirá a la mitad los caudales de la zona. En cuanto a las playas, donde según el Gobierno no se han producido grandes erosiones a excepción de Rincón de la Victoria, el Patronato de Turismo de la Costa del Sol confía en que estén listas para la próxima Semana Santa, tras los trabajos de limpieza que competen a los ayuntamientos. En la capital malagueña, la empresa municipal de limpieza (Limasa) incorporará cien operarios más al centenar de personas que trabaja en la recuperación del litoral con este objetivo.
Por otro lado, en Benalmádena las últimas lluvias ocasionaron el derrumbe de una ladera sobre la zona trasera de unos chalés adosados, por lo que tuvieron que ser desalojadas tres familias, y otras dos lo hicieron por temor a nuevos desprendimientos. Mientras, unas cincuenta familias del núcleo de Santa Agueda, en la barriada malagueña de Campanillas, demandaron la construcción de una entrada alternativa a sus viviendas, ya que la actual está inundada por las últimas lluvias, por lo que han estado incomunicadas sin poder acudir a trabajar o al colegio.
A excepción del paseo marítimo de Rincón de la Victoria, que tuvo que romperse para facilitar la salida del agua hacia el mar y requerirá estudiar "el proyecto más adecuado a las condiciones hídricas y geográficas de la zona", el Ministerio señaló que en la costa mediterránea no se han producido daños importantes en infraestructuras costeras.
Las inundaciones en Rincón han llevado a las distintas administraciones a atribuirse la responsabilidad sobre los efectos del temporal, bien por el estado de los cauces, o la falta de control urbanístico. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS), Francisco Ortiz de la Torre, dijo que en zonas urbanas la competencia exclusiva en cauces y limpiezas de arroyos es de los organismos que tienen la función de la ordenación del territorio, la comunidad autónoma y el ayuntamiento.
El alcalde de Rincón, José Domínguez (PSOE), mostró su tristeza e indignación ante declaraciones del presidente de la CHS, y criticó que ni siquiera haya visitado el municipio tras el temporal. En Rincón, donde al menos un millar de familias y 700 vehículos se vieron afectados por las inundaciones, se intenta volver a la normalidad y la avenida del Mediterráneo, la principal vía de esta localidad, fue abierta hoy al tráfico de autobuses.
En los colegios, salvo los setecientos escolares del centro de primaria e infantil Profesor Tierno Galván, que entrará en funcionamiento normal tras la Semana Santa debido a los destrozos que ha sufrido en las inundaciones, los niños acuden ya a sus clases. En el resto de la provincia, el temporal ha puesto de manifiesto deficiencias en materia de infraestructura como el acceso al aeropuerto, al quedar cortada la antigua N-340 por la acumulación de agua, lo que originó un caos de tráfico.
Para evitar nuevas inundaciones en esta zona, el Ministerio de Fomento tramita una actuación de emergencia por importe de dos millones de euros mientras se ejecuta otra obra que reducirá a la mitad los caudales de la zona. En cuanto a las playas, donde según el Gobierno no se han producido grandes erosiones a excepción de Rincón de la Victoria, el Patronato de Turismo de la Costa del Sol confía en que estén listas para la próxima Semana Santa, tras los trabajos de limpieza que competen a los ayuntamientos. En la capital malagueña, la empresa municipal de limpieza (Limasa) incorporará cien operarios más al centenar de personas que trabaja en la recuperación del litoral con este objetivo.
Por otro lado, en Benalmádena las últimas lluvias ocasionaron el derrumbe de una ladera sobre la zona trasera de unos chalés adosados, por lo que tuvieron que ser desalojadas tres familias, y otras dos lo hicieron por temor a nuevos desprendimientos. Mientras, unas cincuenta familias del núcleo de Santa Agueda, en la barriada malagueña de Campanillas, demandaron la construcción de una entrada alternativa a sus viviendas, ya que la actual está inundada por las últimas lluvias, por lo que han estado incomunicadas sin poder acudir a trabajar o al colegio.