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El fiscal de la Audiencia pide que se procese a los salfistas detenidos en Cataluña

El fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira asegura que los teléfonos intervenidos a los presuntos salafistas detenidos en Cataluña en enero de 2003 habían sufrido la misma manipulación que los empleados en los atentados del 11-M en Madrid y de Bali (Indonesia) en octubre de 2002.

L D (EFE) Según informaron fuentes jurídicas, el fiscal hace esta afirmación en el escrito en el que solicita al juez de este tribunal Baltasar Garzón que procese a Mohamed Nebbar, Mohamed Tahraoui, Ali Kaouka y Djamel Boudjelthia (también conocido como Larbi Allag) por los delitos de terrorismo, tenencia de explosivos y falsificación.

Estas cuatro personas, que se encontraban en libertad desde el pasado mes de mayo por decisión del juez Guillermo Ruiz Polanco, ingresaron de nuevo en prisión el pasado día 24 por orden de Garzón, que sustituyó a su compañero en la instrucción de la causa cuando éste fue suspendido por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En el sumario obra un informe del FBI que asegura que con las sustancias que se les intervinieron cuando fueron detenidos, en el curso de la llamada "operación Lago", podría fabricarse un explosivo conocido como "napalm casero".

Para Garzón, esta circunstancia es suficiente para considerar que los hechos de los que se les acusa son "constitutivos de un delito de integración en organización terrorista" que aconsejaba su encarcelamiento para evitar el riesgo de fuga. Ahora, el fiscal ha solicitado su procesamiento en un escrito en el que destaca las similitudes de los teléfonos móviles que les fueron intervenidos con los aparatos utilizados en Bali y en Madrid.

En el registro efectuado a raíz de sus detenciones en el número 13 de calle de Montevideo de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), se hallaron placas base y componentes electrónicos, relojes digitales manipulados, temporizadores digitales y mandos a distancia también manipulados, "idóneos para su utilización como componentes para artefactos explosivos".

A Mohamed Tahraoui, por su parte, se le intervino una mochila con vídeos que contenían imágenes de escenas violentas y del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, además de teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos. Los cuatro presuntos terroristas están acusados de proporcionar infraestructura y apoyo logístico a la organización terrorista argelina del Grupo de Protectores de la Corriente Salafista, "vinculada a la también organización terrorista Al Qaeda", según el juez.

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