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Arzalluz admite que ETA puede estar preparando otra tregua trampa para impulsar el Plan Ibarretxe

Los contactos del que fuera presidente del PNV con el entorno de ETA le permiten dar por sentado que hay "gente trabajando en la cocina" para lograr una tregua de los terroristas. Como ya hicieran a finales de 1998, esta vez se repetiría la misma trampa. Si entonces sirvió para sacar adelante el Pacto de Estella, ahora los etarras allanarían el camino al lehedakari para que avanzara en su plan separatista.

L D (Agencias) Aunque Xabier Arzalluz dice sobre la posibilidad de que haya una tregua de ETA que es mejor no hablar públicamente porque "todo lo que sea anunciar cosas en público o ante la prensa y demás, lo único que hace es estropearlas", él es el primero que admite que "hay movimientos". La "rumorología" existe, pero también el "trabajo en la cocina". A todo esto, hay que añadir que los terroristas no han conseguido su objetivo asesino las últimas veces que lo han intentado, especialmente cuando pretendieron volar la estación de Chamartín el día de Nochebuena. Además, tanto los grupos de pistoleros como la dirección que ordena los atentados han sufrido en los últimos meses golpes policiales que han mermado su capacidad de actuación. Desde el arresto de los dos etarras que querían colocar en Madrid una furgoneta bomba con media tonelada de explosivos hasta la detención de dos de los jefes más destacados de la banda terrorista en solo una semana: Esparza Luri y Mobutu.
 
En estas condiciones de debilidad, y con su brazo político cercado judicial y políticamente (salvo en el Parlamento vasco), los terroristas vuelven a estar debilitados. Sucede lo mismo que en 1998 cuando decretaron la tregua trampa que se extendió hasta enero de 2000. Los asesinos aprovecharon para pactar con los partidos nacionalistas vascos la "construcción nacional", ese período también les sirvió para reforzarse, seguir llenando sus arcas con el chantaje terrorista a los empresarios y almacenar explosivos y munición. Cuatro años después, los mismos planes podrían repetirse. Ahora ese proyecto de construcción nacional se llama "Plan Ibarretxe". Una tregua serviría al lehendakari para impulsar su proyecto separatista y su "consulta popular", de la que siempre repite que se llevará a cabo en "ausencia de violencia".
 
Arzalluz es consciente de los beneficios que reportaría para los intereses del PNV esta tregua, por eso insiste en que este tipo de procesos no se deben anunciar en público y critica que se den "esperanzas" al respecto. "Si realmente viene algo de eso, hay una labor de cocina muy fuerte que es lo que será previo a que suceda nada, y yo no puedo negar que haya gente que esté trabajando en la cocina pero, desde luego, lo que algunos dirigentes han dicho hacia fuera metiendo además una cierta esperanza, a mí no me gusta", dijo en declaraciones a Europa Press.

Al ex presidente del PNV no se le ha pasado por alto que Batasuna "no haya convocado una manifestación" con motivo del Aberri Eguna porque "es la primera vez que sucede en muchos años" y que, por contra, se hayan adherido al Foro de Debate Nacional, que se desarrolla en Pamplona. Un dato más que hace pensar al peneuvista en la posibilidad de que llegue esa tregua.

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