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El Real Madrid tira la Copa ULEB y el billete para la Euroliga tras siete años de sequía europea

La Copa ULEB ha terminado para el Real Madrid en la ciudad belga de Charleroi en medio de una terrible decepción, sin título, sin pasaporte para la próxima Euroliga y con la dolorosa espina de haber disputado un mal partido, sólo maquillado durante algunos minutos del último cuarto. El Hapoel Jerusalén, que jugó mucho mejor que los blancos, logra así su primer cetro europeo en su debut en estas citas continentales.

La Copa ULEB ha terminado para el Real Madrid en la ciudad belga de Charleroi en medio de una terrible decepción, sin título, sin pasaporte para la próxima Euroliga y con la dolorosa espina de haber disputado un mal partido, sólo maquillado durante algunos minutos del último cuarto. El Hapoel Jerusalén, que jugó mucho mejor que los blancos, logra así su primer cetro europeo en su debut en estas citas continentales.
L D (EFE) Las finales desconocen el significado de la palabra "favorito". El cliché apuntaba al equipo español, incluso entre la prensa y los aficionados hebreos. Pero una final es una final.

El Real Madrid experimentó muchas sensaciones, y no precisamente positivas, en muchas fases del encuentro. Los blancos tardaron en entrar en ambiente frente a una grada dominada de largo por la afición israelí. La idea de explotar la superioridad interior parecía clara en principio, con seis puntos a cargo del letón Kaspars Kambala y del irlandés Pat Burke, pero inmediatamente dejó paso a una mala defensa y a un ataque volcado sobre un perímetro que veía el aro como un dedal. Dos tiros libres de Ido Kozikaro a los siete minutos marcaron (8-11) lo que aparentaba ser el principio del asentamiento blanco. Un parcial de 7-0 liderado por el hombre mejor plantado en la grada, el estadounidense Elmer Bennett, condujo al Real Madrid hasta una corta ventaja (15-11) que, sin embargo, el Hapoel Jerusalén supo igualar para cerrar el primer cuarto en equilibrio (15-15).

Doron Sheffer y Will Solomon cargaban ya con dos faltas y ésa era la mejor noticia que podían saborear los madrileños. Aún así, los hebreos, pese a su menor profundidad de banquillo, habían rotado mejor y habían perdido cualquier complejo de inferioridad. Tres errores seguidos desde el 6,25 a cargo de Antonis Fotsis abrieron la espita del desasosiego en el Real Madrid. Una brecha de nueve puntos (15-24) lanzó el primer aviso a los blancos. La ansiedad empezaba a dejarse notar en un bloque empeñado en lanzar triples, aún sin éxito, y ajeno a la idea primaria de aprovechar la ventaja de centímetros en la pintura. Con todo, ni el 4/16 en triples del Real Madrid en los dos primeros cuartos, ni su mal juego, ni la buena sintonía del Hapoel, que le libró incluso del problema de la tercera falta de Solomon, fueron bastante para decantar claramente el choque tras veinte minutos. A pesar de todo, los blancos, sin inspiración alguna, mantenían vivas sus opciones (33-37).

La salida del tercer cuarto, por el contrario, les metió en un callejón de difícil salida. Kelly McCarty anotó trece puntos en menos de siete minutos y abrió un abismo entre el Madrid y el combinado israelí (43-58) sin el menor atisbo de reacción por parte española. Más bien, al revés. El hundimiento asomaba a la vuelta de la esquina. Además, Solomon, el gran anotador de los hebreos, ni siquiera jugaba. Se reservaba de las faltas, con cuatro cargadas, en el banco. Kambala y Bennett sostenían la nave a duras penas. El Hapoel jugaba desbocado, lanzado a por el primer título continental de su historia. La misión exigía milagros después del 20-31 del tercer corte (53-68), pero el desplome blanco podía palparse aunque Solomon sólo había disputado cuatro minutos del penúltimo tramo.

La muñeca de Lucas Victoriano encerraba la última oportunidad madridista. El argentino salió a pista para el último cuarto para intentar la heroicidad. Los tres primeros triples madridistas acabaron donde casi todos los anteriores, fuera de la canasta israelí, protegida por una zona sencillita destinada a arañar segundos, lo cual descabalaba la opción del suramericano. Sin embargo, la fortuna, también la lógica y el empeño personal de Kambala, quisieron que el báltico devolviese la esperanza a los blancos desde el sitio que nunca debieron postergar: la zona. El letón encadenó ocho puntos que, a falta de 6:38 para la bocina, acercaban de nuevo el título (63-70). La eliminación de Kambala -a 3:56 minutos- arrojó otro oscuro nubarrón de sombra sobre el Madrid, acosado por el cronómetro a cada instante. Un resbalón en penetración de Bennett con 72-77 y 38:8 segundos por disputarse sellaron la defenestración definitiva del Real Madrid y abrieron las puertas del cielo al Hapoel Jerusalén.
 
 
Ficha técnica del partido

Real Madrid, 72 (15+18+20+19): Bennett (22), Herreros (12), Stojic (-), Burke (4), Kambala (19) -cinco inicial-, Fotsis (10), Mumbrú (5), Bueno (-), Núñez (-) y Victoriano (-)
Hapoel Jerusalén, 83 (15+22+31+25): Solomon (15), Sheffer (15), McCarty (22), Awojobi (12), Kozikaro (7) -cinco inicial-, Muchtari (-), Limonad (-), Mizrahi (8) y Katz (4)

Árbitros: Rems (Eslovenia), Tsanidis (Greacia) y Colucci (Italia). Excluyeron por personales a Kambala (m.37) y Mizrahi (m.38)
Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Copa ULEB 2003-04 disputado en el Pabellón Spiroudome de Charleroi (Bélgica) ante unos 6.500 espectadores. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el director general deportivo madridista, Jorge Valdano, presenciaron el encuentro junto al presidente de la ULEB, Eduardo Portela; el director ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu; el vicepresidente de la Federación Española, José Luis Sáez; el director general de la sección de baloncesto blanca, Lolo Sainz; su presidente honorífico, Emiliano Rodríguez; y otros directivos del club madrileño

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