LD (EFE) El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Seat que la empresa ha presentado coincidiendo con la huelga convocada para este viernes es una suspensión temporal de 415 contratos de la planta de Martorell durante un año, según han informado portavoces de la conselleria de Trabajo de la Generalitat.
Esto supone un tipo de ERE más suave que si fuese una extinción de contratos pura y dura, porque los trabajadores afectados podrían en principio volver a sus puestos de trabajo una vez finalizado el proceso del expediente. La suspensión de empleo empezaría el próximo 1 de mayo y finalizaría el 30 de abril del año próximo, durante el cual Seat ha de renovar toda su cartera de producto.
Esto supone un tipo de ERE más suave que si fuese una extinción de contratos pura y dura, porque los trabajadores afectados podrían en principio volver a sus puestos de trabajo una vez finalizado el proceso del expediente. La suspensión de empleo empezaría el próximo 1 de mayo y finalizaría el 30 de abril del año próximo, durante el cual Seat ha de renovar toda su cartera de producto.
El origen del problema laboral está en que después del verano, la planta de Seat debe afrontar el final de la fabricación del Seat Arosa –cerca de 13.000 unidades al año–, lo que generará un excedente laboral de en torno a 600 trabajadores. Parte de este excedente se verá compensado por la renovación de los modelos que Seat ya está ultimando, entre los que se encuentra el nuevo modelo Altea, y el lanzamiento de los sustitutos del Toledo y el León, que saldrán al mercado a finales de 2004 y principios de 2005, respectivamente.
Según el ERE presentado, los 415 trabajadores afectados volverían a Seat cuando la renovación de la cartera de producto ya estuviese completada y la factoría de Martorell volviera a trabajar a pleno rendimiento. La empresa asegura que su voluntad no es aplicar el ERE, sino utilizarlo como "una herramienta de flexibilidad más" y que sólo se usará "si no se llega a un acuerdo en la negociación del convenio colectivo".
En cambio, los sindicatos han pedido el regreso de los 20.000 Ibizas que se fabrican en Bratislava como medida para compensar el final de la fabricación del Seat Arosa. Hace dos años, Seat optó por llevarse el 10 por ciento de la producción del Ibiza a Bratislava (Eslovaquia) como medida de presión para que la plantilla de Seat aceptase nuevas medidas de flexibilidad. Ahora, la dirección de Seat está negociando precisamente nuevas medidas de flexibilidad con los sindicatos, dentro del nuevo convenio colectivo, pero las conversaciones se encuentran bloqueadas.