(Libertad Digital) Estos "impuestos ecológicos" afectarán, según ha dicho Cristina Narbona en declaraciones a la Cadena Ser, a los sectores más contaminantes y tendrán como uno de sus objetivos básicos reducir las emisiones de los gases que están recalentando la Tierra para que España pueda cumplir con el Protocolo de Kioto.
Narbona, que ha justificado la inclusión de estos impuestos calificándolos de "incentivo" para fomentar las actividades que menos contaminan, ha puesto como ejemplo a Alemania, donde, según ella, este tipo de tasas están funcionando bien. Sin embargo, según ha reconocido la propia Cadena Ser, esta medida no es vista con buenos ojos desde el ministerio de Economía y Hacienda.
Los objetivos fijados para España en Kioto (primer país que firmó el Protocolo) suponen que tan sólo podrá aumentar sus emisiones de CO2 un 15 por ciento hasta 2012 (con respecto a las que se realizaban en 1990). Si sobrepasa esta medida España deberá pagar "derechos de emisión". Sin embargo, el fuerte crecimiento generado por la economía española provocará, según un reciente estudio de PriceWaterhouseCoopers, que España habrá superado en 2010 en un 66 por ciento las emisiones contaminantes de 1990, lo que supondrá para la economía española más de 19.200 millones de euros entre 2008 y 2012.
Numerosas empresas eléctricas, metalúrgicas, cementeras, constructoras, papeleras, cerámicas etc... alertan de la inminente pérdida de la competitividad y la deslocalización industrial (marcha de muchas industrias a otros países) que esto podría motivar, lo que daría lugar, irremediablemente, a un incremento del paro. El anterior Gobierno estaba inmerso en un periodo de negociaciones para intentar evitar que esta situación se produjera, consultas que tendrá que continuar ahora la nueva ministra de Medio Ambiente.