(Libertad Digital) El Pleno extraordinario sobre la proposición no de ley referente a la retirada de tropas españolas de Irak comenzó a las cuatro y cuarto de la tarde con la comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El arranque del discurso se centró en recordar las decisiones del anterior gobierno. Según Zapatero, la oposición política y ciudadana estuvo siempre "vinculada a sentimientos reiterados por los españoles" y la retirada de las tropas ahora adoptada "representa el cambio político que prometí en mi investidura". Al relatar las decisiones del Ejecutivo del PP recordó que "sin comunicación previa al Parlamento, Aznar decidió el envío de tropas a Irak".
Relató también la oposición a la postura del Gobierno que no esperó a resoluciones de la ONU pese a que él mismo le aconsejó al entonces presidente Aznar que no aceptara una resolución de la ONU que fuera favorable a la guerra.
Antes de pronunciar la frase que recibiría los aplausos de sus bancos, recordó al PP que "millones de españoles salieron a la calle y se desoyó el clamor". Así que, añadió el presidente, "me basta con afirmar que no debimos ir a Irak y por ello debíamos volver cuanto antes. Es lo que hemos hecho". En definitiva, "trece meses después de las Azores, el nuevo gobierno surgido de las urnas decidió poner fin a nuestra participación militar en Irak".
Dos preguntas con dos excusas por respuesta
Tras la introducción, la cuestión mollar: "¿Por qué no hemos esperado a la ONU?". Según Zapatero, el PSOE ha manifestado siempre su oposición a la presencia de tropas españolas: "En las semanas anteriores a las elecciones generales manifesté mi compromiso de la retirada con fecha límite: 30 de junio de 2004. Sólo dudaban quienes querían hacerlo. Pero lo hemos cumplido porque era un compromiso electoral". Así que, añadió, "nadie puede sentirse sorprendido". Pero según Zapatero, ni el incumplimiento de la fecha ni el de consultar al Parlamento es un problema: "No hay improvisación, todo se ha estudiado".
A continuación relató toda una serie de contactos que le llevarían a la conclusión de que la ONU no iba a estar lista el 30 de junio. "Encargué a los ministros de Defensa y Exteriores una evaluación". Según el presidente hubo contactos con EEUU, Polonia, Italia, Reino Unido, y República Dominicana. También con la Liga Árabe. El propio Zapatero habló con el presidente de EEUU, George Bush, con Alemania, Francia, Reino Unido y –en especial, a juzgar por el agradecimiento que quiso expresar– con Javier Solana. "No hubo pues, improvisación", insistió.
En tanto contacto, Zapatero encontró de todo. Por un lado, "comprensión, deseo de compartir nuestra decisión y colaboración al repliegue tal como se está produciendo". Por otro, "encontramos como no podía ser de otra forma, reticencias que respetamos". Así que, "era imposible esperar que la ONU adoptase antes del 30 de junio una decisión en los términos acordes con los planteamientos" que el Gobierno requería. Según Zapatero "esa certeza" obligó al adelantar la decisión. Después fue solemne: "Confirmo la retirada.
"A las 16.00 horas de hoy, 27 de abril, no hay ningún efectivo de la brigada Plus Ultra en Irak". Y además, "el 27 de mayo no habrá un solo efectivo en territorio iraquí, estarán todos en territorio nacional o en aguas internacionales". Un mes y tres días antes de la promesa electoral.
Y sobre una comparecencia parlamentaria antes de decidir la retirada de las tropas, las razones de Zapatero fueron protocolarias y de seguridad. "Razones estrictas de seguridad en la operación le impidieron comparecer antes en el Congreso que añadirían riesgo". Además, según concluyó, "hace una semana si no se hubiera celebrado la apertura solemne de la VIII legislatura se habría celebrado este debate".
En el último turno de réplica, Mariano Rajoy fue directo al grano: "¿Dónde sitúa usted la resolución 1511 de Naciones Unidas, merced a la cual están las tropas de muchos países en Irak?". "No me venga hablando de razones de seguridad", dijo también; y añadió: "¿Cuáles son los motivos de seguridad que le llevaron a adoptar la decisión un domingo por la tarde?" A juicio de Rajoy, el abandono de Irak representa una "decisión insolidaria". Su interpretación sobre la decisión de Zapatero fue: "Como la cosa se pone fea, yo (por Zapatero) me marcho cuanto antes".
El riesgo de un Ejército en una guerra y la soledad del PP
A punto de terminar su discurso, el presidente del Gobierno recordó que las Fuerzas Armadas españolas "han llevado a cabo con honor las labores encomendadas por el Gobierno". Y, añadió, "también con humanidad". Pero, y aquí estaba el gran problema para Zapatero, "sus misiones han evolucionado y también el riesgo y lo ocurrido en las últimas semanas son la demostración". Pese a que José Bono, ministro de Defensa, parece tener más claro que un soldado profesional tiene que usar las armas si es atacado, según el presidente del Gobierno "prolongar su estancia era agravar el riesgo que corrían. Mi primer deber es velar por la seguridad de los españoles", también de las tropas.