L D (EFE) La menor de los hermanos Sánchez Vicario todavía está pendiente de recibir una invitación de la Federación Internacional de Tenis (ITF). Por si acaso, ella está poniendo todo de su parte. Y diecisiete meses después de que en noviembre del 2002 colgara la raqueta, ha vuelto a la competición para disputar los dobles en Berlín, paso inicial de su preparación para los Juegos.
La jugadora barcelonesa ha recuperado las sensaciones que durante tantos años la han hecho disfrutar del deporte hasta convertirse en una de las mejores deportistas de España. Ha revivido sobre la arcilla de la pista 6, aunque inicialmente estaba prevista la Central, del Club Rot Weiss de Berlín, las emociones competitivas.
Arantxa Sánchez Vicario, que después tiene previsto acudir a Roma, Roland Garros y Wimbledon, eligió a la francesa Marie Pierce, una veterana tenista dueña de un destacado palmarés -incluido un Roland Garros-, para su retorno a las pistas. Se enfrentaron a la italiana Tathiana Garbin y a la rusa Alina Jidkova. Y ganaron con apuros (6-4, 3-6 y 6-4).
La tenista española, que llegó a ser número uno de la clasificación mundial y que aglutina cuatro títulos en torneos del Grand Slam (tres Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos) y su compañera resolvieron la primera manga con cierta dificultad y notaron cierta falta de acoplamiento. Cedieron el segundo parcial. Pero la española no acusó la inactividad en el desempate, tiró de talento y resolvieron el duelo.
La vuelta de Arantxa ha comenzado y para la próxima cita aguarda un par de adversarias más poderosas. Las rusas Svetlana Kuznetsova y Elena Likhovtseva, significativas raquetas con cierta proyección en el circuito y segundas favoritas en el Abierto de Berlín.
La jugadora barcelonesa ha recuperado las sensaciones que durante tantos años la han hecho disfrutar del deporte hasta convertirse en una de las mejores deportistas de España. Ha revivido sobre la arcilla de la pista 6, aunque inicialmente estaba prevista la Central, del Club Rot Weiss de Berlín, las emociones competitivas.
Arantxa Sánchez Vicario, que después tiene previsto acudir a Roma, Roland Garros y Wimbledon, eligió a la francesa Marie Pierce, una veterana tenista dueña de un destacado palmarés -incluido un Roland Garros-, para su retorno a las pistas. Se enfrentaron a la italiana Tathiana Garbin y a la rusa Alina Jidkova. Y ganaron con apuros (6-4, 3-6 y 6-4).
La tenista española, que llegó a ser número uno de la clasificación mundial y que aglutina cuatro títulos en torneos del Grand Slam (tres Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos) y su compañera resolvieron la primera manga con cierta dificultad y notaron cierta falta de acoplamiento. Cedieron el segundo parcial. Pero la española no acusó la inactividad en el desempate, tiró de talento y resolvieron el duelo.
La vuelta de Arantxa ha comenzado y para la próxima cita aguarda un par de adversarias más poderosas. Las rusas Svetlana Kuznetsova y Elena Likhovtseva, significativas raquetas con cierta proyección en el circuito y segundas favoritas en el Abierto de Berlín.